viernes, 19 de mayo de 2023

«En la abadía de Ocean Side»... Un pequeño pensamiento para hoy


Este miércoles pasado estuve en la abadía «Prince of Peace» en Ocean Side, California compartiendo unos momentos y el gozo de la Eucaristía con mi querido amigo Fray Agustín. Ya otras veces he compartido con ustedes la experiencia de profunda paz que se vive en este santo lugar diseñado por el gran arquitecto mexicano de feliz memoria y monje benedictino Fray Gabriel Chávez de la Mora. Sinceramente bastan unos cuantos instantes en este bendito espacio de Dios para experimentar su presencia, y más cuando a eso se añaden los hermosos tonos de los cantos que los monjes elevan al Señor en la Liturgia de la Horas y por supuesto en la Santa Misa.

El ver el salmo responsorial de la Misa de hoy (Sal 46 —47 en la Biblia—)  es el que me ha hecho volver la mirada y el corazón al monasterio, pues desde allí se eleva el gozo de la alegría del corazón de estos hombres, que, consagrando su vida al Señor, entre el «ora et labora» —ora y trabaja— le dan gloria a Dios. Y es que el salmo tiene un verso que dice: «Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono» preparándonos para la fiesta de la Ascensión que estamos por celebrar y que los monjes celebraron el día de ayer.

Este fragmento, que nos hace ir, definitivamente, al momento de la Ascensión, me invita, y creo que a todos, a dar gracias al Padre misericordioso por haber enviado a su Hijo Jesús al mundo y a llevar, al regreso a su derecha, nuestros anhelos y esperanzas, sobre todo la esperanza de llegar también nosotros al cielo. Sigámonos preparando, de la mano de María, para celebrar este próximo domingo la fiesta de la Ascensión del Señor. ¡Bendecido viernes!

Padre Alfredo.

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