sábado, 21 de marzo de 2020

ROSARIO EUCARÍSTICO... HORA SANTA 38

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Monitor: Queridos amigos, hoy Jesús nos invita a compartir un momento de intimidad con Él en la Adoración Eucarística. Ese Jesús, que está vivo y realmente presente en la Eucaristía, quiere que le regalemos un poco de nuestro tiempo para amarlo, para alabarlo y para adorarlo. Hoy estará aquí, frente a nosotros, sobre el altar, presente y vivo en ese pedacito de pan que realmente ya no es pan, sino el Cuerpo de Cristo, que está siempre esperando para que lo amemos, para que lo adoremos. Vamos a rezar, acompañados de su Madre Santísima, juntos ante su presencia, este Rosario Eucarístico, contemplando los misterios de la vida de Jesús, en los cuales nos revela y nos regala para siempre su cuerpo y su sangre hechos pan y vino.

Canto para recibir a Jesús Eucaristía:

«TAN CERCA DE MÍ»

TAN CERCA DE TÍ, TAN CERCA DE MÍ,
QUE HASTA LO PUEDO TOCAR,
JESÚS ESTÁ AQUÍ.

Le hablaré sin miedo al oído,
le contaré las cosas que hay en mí,
y que sólo a Él, le interesarán,
Él es más que un mito para mí.

No busques a Cristo en lo alto,
ni lo busques en la oscuridad:
muy cerca de ti, en tu corazón,
puedes adorar a tu Señor.

Míralo a tu lado caminando
paseando entre la multitud,
muchos ciegos son, porque no le ven,
ciegos de ceguera espiritual.


Ministro: Alabado sea el Santísimo Sacramento.
Todos: Aquí y en todas sus Iglesias donde está sacramentado.

(Se reza el Credo, un Padre nuestro y tres Avemarías)




Monitor: 1º Misterio: La multiplicación de los panes.

Lector: «En aquellos días, Jesús y sus apóstoles se retiraron en una barca a un lugar solitario para descansar. Pero muchos los siguieron desde todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Al llegar, Jesús sintió compasión de aquella muchedumbre y se puso a enseñarles muchas cosas. Era ya una hora muy avanzada cuando los discípulos se le acercaron y le dijeron: "Ya se hace muy tarde. Despídelos para que vayan a sus aldeas y puedan comer". Jesús les contestó: "Dénles ustedes de comer". Los discípulos preguntaron alarmados: "¿De dónde vamos a sacar para darle de comer a tanta gente? Tan sólo tenemos cinco panes y dos peces". Entonces Jesús ordenó a la multitud que se sentara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los repartió entre los discípulos para que los fueran sirviendo. También repartió los peces. Todos comieron hasta saciarse, y con lo que sobró se llenaron doce canastos. Los que comieron los panes fueron unas cinco mil personas.» (Mc 6,31-44).

Se reza el Padrenuestro, diez Avemarías y el Gloria.

Monitor: Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.
Todos: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Monitor: En la multiplicación de los Panes, Jesús quiere mostrarnos que el Pan que El nos va a regalar en la Eucaristía es para todos y cada uno de nosotros, para todos los que quieran recibirlo. Sin embargo, muchas veces despreciamos ese grandísimo regalo que El nos ha dejado y lo dejamos solo en el Sagrario, o esperando en la mesa a ser comido por nosotros. Vamos a aprovechar este momento para pedirle perdón por nuestra indiferencia, respondiendo a cada súplica:
«Ten misericordia de nosotros».
Todos: Ten misericordia de nosotros.

Lector:
Por nuestra indiferencia a Tí, que estás presente en cada comunión, te decimos...
Por nuestras distracciones y faltas de atención en la Misa de cada domingo, te decimos...
Por tantas comuniones que hemos recibido sin estar en gracia de Dios, te decimos...
Por nuestras faltas a la Misa dominical y por el abandono de la confesión y la comunión frecuente, te decimos...
Porque muchas veces nos olvidamos de Tí, Señor, te decimos...
Por tantas veces que, pudiendo haberte venido a visitar, te dejamos solo en el Sagrario, te decimos...
Por tantas veces que no quisimos ver tu luz y compartir el banquete de la Eucaristía, te decimos...
Por no dar testimonio de tu amor entre nuestros amigos y familiares, te decimos...
Por todas las veces que pudimos ayudar a que alguien se acercase a Tí en la Eucaristía, y no lo hicimos, te decimos...
Por todos que en Tí no creen, no te adoran, ni te aman, te decimos...

Monitor:  Jesús está realmente presente ahí en el Altar, frente a nosotros, esperando que creamos en El, que lo adoremos y que lo amemos. Cantamos ¡Oh, buen Jesús!

Canto de meditación:

«OH BUEN JESÚS»

¡OH BUEN JESÚS!, YO CREO FIRMEMENTE
QUE POR MI AMOR ESTÁS EN EL ALTAR,
QUE DAS TU CUERPO Y SANGRE JUNTAMENTE.
AL ALMA FIEL EN CELESTIAL MANJAR (2).

Espero en ti, piadoso Jesús mío,
oigo tu voz que dice: “ven a mí”.
Porque eres fiel, por eso en ti confío,
-todo, Señor, lo espero yo de Ti. (2)

¡Oh buen pastor, amable y fino amante!
Mi corazón se abrasa en santo amor.
Si te olvidé, hoy juro que constante,
-he de vivir tan sólo de tu amor. (2)

Indigno soy, confieso avergonzado,
de recibir la santa comunión;
Jesús, que ves mi nada y mi pecado,
-prepara Tú mi pobre corazón. (2)

Dulce maná y celestial comida,
gozo y salud del que te come bien;
ven sin tardar, mi Dios, mi Luz, mi Vida;
-desciende a mí, hasta mi alma ven (2).



Monitor: 2º Misterio: Jesús nos dice que Él es el Pan de Vida.

Lector: «En aquel tiempo, la gente le preguntó a Jesús: "¿Qué debemos hacer para obrar como Dios quiere?". Jesús les respondió: "La obra de Dios consiste en que crean en Aquel que El ha enviado". Ellos entonces le dijeron: "¿Y qué señal nos das Tú para que viéndola creamos en Tí? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, según está escrito: Pan del Cielo les dio a comer" Jesús les respondió: "En verdad, en verdad les digo: No fue Moisés quien les dio el pan del cielo. Es mi Padre el que les da el verdadero pan del cielo, porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo". Entonces le dijeron: "Señor, danos siempre de ese pan". Y Jesús les contestó: "Yo soy el Pan de la Vida. El que venga a mí no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed".» (Jn 6,28-35)

Se reza el Padrenuestro, diez Avemarías y el Gloria.

Monitor:  Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.
Todos: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Monitor:  Jesús nos dice que la obra de Dios consiste en que creamos en Aquel que el Padre ha enviado. Jesús nos dice que El es el Pan Vivo que ha bajado del Cielo, El es en quien debemos creer para agradar al Padre. Expresemos nuestra fe en Jesucristo respondiendo a cada oración: «En Tí creemos, Señor».
Todos: En Tí creemos, Señor

Lector: Porque creemos, Jesús, que Tú eres el Pan Vivo que ha bajado del Cielo, te decimos...
Porque creemos, Jesús, que Tú estás realmente presente en el Pan y el Vino que recibimos en la Eucaristía, te decimos...
Porque creemos que en cada Eucaristía revivimos tu Pasión, Muerte y Resurrección, te decimos...
Porque creemos Señor, que si comemos tu Cuerpo y bebemos tu Sangre tendremos Vida Eterna, te decimos...
Porque creemos Señor Jesús, que tu Carne es verdadera comida, y tu Sangre es verdadera bebida, te decimos...
Porque creemos Jesús, que al recibirte en la Eucaristía nos hacemos uno contigo y con tu Padre, te decimos...
Porque creemos Señor, que al compartir la Eucaristía nos unimos a toda la Iglesia en un solo cuerpo, te decimos...

Monitor: Jesús está realmente presente ahí en el Altar, frente a nosotros, esperando que creamos en El, que lo adoremos y que lo amemos. Cantamos: Jesucristo, danos de este pan.

Canto de meditación:

«MI JESÚS SACRAMENTADO»

Mi Jesús sacramentado,
yo te adoro y te bendigo,
porque oculto en el sagrario,
has querido estar conmigo (2).

Jesús Hostia inmaculada,
inmolada por bien mío,
que mi alma sea tu morada,
amantísimo Dios mío (2).

Tú eres mi Jesús amado,
el esposo prometido,
de las almas el deseado,
eres mi Jesús querido (2).

Eres tú la flor del campo,
lirio hermoso de los valles,
y de mi alma dulce encanto,
mi Jesús Tú bien lo sabes (2).



Monitor: 3º Misterio: Jesús nos promete que quien come su Cuerpo y bebe su Sangre, tendrá la Vida Eterna.

Lector: «En aquellos días, Jesús enseñaba a las muchedumbres diciendo: "En verdad, en verdad les digo: El que cree tiene vida eterna. Yo soy el Pan de la Vida. Sus padres comieron el maná en el desierto y murieron. Este Pan que baja del Cielo es para que quien lo coma no muera. Yo soy el Pan Vivo bajado del Cielo. El que coma de este pan, vivirá eternamente. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día".» (Jn 6, 47-51a.54)

Se reza el Padrenuestro, diez Avemarías y el Gloria.

Monitor: Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.
Todos: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Monitor:  Al dejarnos el regalo de su Cuerpo y Sangre en la Eucaristía, Jesús nos dejó también la esperanza en que no moriremos jamás. Sembró en nosotros la confianza de que si comemos su Cuerpo y bebemos su sangre, tendremos Vida Eterna. Vamos a manifestar nuestra confianza en la promesa de Jesús, respondiendo a cada oración: «En ti confiamos Señor».
Todos: En ti confiamos Señor

Lector: Porque Tú nos prometiste que quien come tu cuerpo y bebe tu sangre tiene Vida Eterna, te decimos...
Porque todos los domingos nos das la oportunidad de comulgar, y de hacernos parte de Tí, te decimos...
Porque tu misericordia dura para siempre, eres compasivo y lento para el enojo, te decimos...
Porque en momentos de soledad y amargura levantamos nuestro grito al cielo y tenemos plena seguridad de tu presencia, Señor, te decimos...
Porque sabemos que Tú nos resucitarás en el último día, te decimos...
Porque quisiste quedarte entre nosotros hecho pan y vino para acompañarnos y darnos fuerza, te decimos...
Porque nos prometiste que estarás con nosotros hasta el fin de los tiempos, te decimos...

Monitor: Jesús está realmente presente ahí en el Altar, frente a nosotros, esperando que creamos en El, que lo adoremos y que lo amemos. Cantamos: Vive Jesús, el Señor.

Canto de meditación:

«BENDIGAMOS AL SEÑOR»

Bendigamos al Señor, que nos une en caridad
Y nos nutre con su amor, en el Pan de la Unidad
¡Oh Padre nuestro!

Conservemos la unidad, que el Maestro nos mandó,
donde hay guerra que haya paz, donde hay odio que haya amor.
¡Oh Padre nuestro!

El Señor nos ordenó devolver el bien por mal,
ser testigos de su amor, perdonando de verdad.
¡Oh Padre nuestro!

Al que vive en el dolor y al que sufre en soledad,
entreguemos nuestro amor y consuelo fraternal.
¡Oh Padre nuestro!



Monitor: 4º Misterio: Jesús nos anuncia que al comer su Cuerpo y beber su Sangre, nos hacemos uno con El, y El se hace uno con nosotros.

Lector: «En aquellos días, Jesús enseñaba a las muchedumbres diciendo: "Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Al igual que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.".» (Jn 6,55-57)

Se reza el Padrenuestro, diez Avemarías y el Gloria.

Monitor:  Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.

Todos: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Monitor: Jesús nos enseñó que por medio de la Eucaristía nos hacemos uno con El, y El se hace uno con nosotros. Esto nos llena de alegría porque Dios mismo nos permite sentir su presencia dentro de nosotros, y esta alegría nos mueve a alabarlo desde lo más profundo de nuestro ser. Nos unimos a la alabanza respondiendo a cada oración: «Te alabamos Señor».
Todos: Te alabamos Señor

Lector: Porque estás ahí presente en la Eucaristía, queremos decirte...
Porque te haces uno con nosotros y nos permites ser uno contigo en la Eucaristía, queremos decirte...
Porque por medio de la Eucaristía haces que todos seamos uno en la Iglesia, queremos decirte...
Por el amor de tu entrega en la Cruz para salvarnos y darnos Vida Eterna, queremos decirte...
Porque en los momentos de sufrimiento y de vacío en nuestra alma, Tú nos alimentas y nos das vida con el pan divino de la Eucaristía, queremos decirte...
Porque contigo se alegra nuestro corazón, queremos decirte...
Porque al recibirte inundas nuestras almas de una profunda alegría, queremos decirte...
Porque al recibirte en la Eucaristía, sanas las heridas de nuestra alma, queremos decirte...

Monitor: Jesús está realmente presente ahí en el Altar, frente a nosotros, esperando que creamos en El, que lo adoremos y que lo amemos. Cantamos: Eucaristía.

Canto de meditación:

«CANTEMOS AL AMOR DE LOS AMORES»

Cantemos al Amor de los Amores 
Cantemos al Señor, 
Dios está aquí 
Vengan adoradores, 
Adoremos, a Cristo Redentor 

Gloria a Cristo Jesús, 
Cielos y tierra, bendigan al señor 
Honor y gloria a Ti, rey de la gloria 
Amor por siempre a Ti Dios del Amor

Unamos nuestra voz a los cantares 
del Coro Celestial, 
Dios está aquí, al Dios de los Altares 
alabemos con gozo angelical.

Gloria a Cristo Jesús...

Los que buscáis solaz en vuestras penas
y alivio en el dolor;
Dios está aquí,
y vierte a manos llenas
los tesoros de divinal dulzor. 

Gloria a Cristo Jesús...



Monitor: 5º Misterio: La institución de la Eucaristía en la Ultima Cena.

Lector: «Sabiendo Jesús que iba a ser entregado, reunió a los Doce para cenar. Mientras estaban comiendo, Jesús tomó pan y lo bendijo, lo partió, y dándoselo a sus discípulos dijo: "Tomen y coman, éste es mi Cuerpo". Luego tomó una copa, y luego de dar gracias se las dio diciendo: "Beban todos de ella, porque esta es mi Sangre de la Alianza, que será derramada por muchos para el perdón de los pecados". Y agregó: "Hagan esto en memoria mía".» (Mt 26,26-28; 1Cor 11,25)

Se reza el Padrenuestro, diez Avemarías y el Gloria.

Monitor:  Alabado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.
Todos: Sea por siempre bendito y alabado, Jesús Sacramentado.

Monitor: Al dejarnos su Cuerpo y su Sangre, Jesucristo nos hizo dos grandes regalos: primero, su presencia en nuestras vidas de una forma visible, como alimento, y segundo, la Vida Eterna, que es el regalo más grande que podría habernos hecho. Concientes de la maravilla de sus presentes, queremos darle gracias sinceramente. Lo hacemos, respondiendo a cada oración: «Gracias Señor».
Todos: Gracias Señor

Lector: Porque al recibir tu Cuerpo y Sangre nos fortaleces en la fe, te decimos...
Porque con tu Cuerpo revives nuestro espíritu, te decimos...
Porque te ofreces cada domingo en la Eucaristía, te decimos...
Por la fuerza que nos renuevas en cada Eucaristía, te decimos...
Porque a pesar de nuestras miserias, te entregas a nosotros sin condiciones y con amor, te decimos...
Porque en cada Misa nos esperas para regalarnos una vez más tu Cuerpo y tu Sangre, te decimos...
Porque en cada Comunión, no miras nuestros pecados, sino nuestra fe, te decimos...

Monitor:  Jesús está realmente presente ahí en el Altar, frente a nosotros, esperando que creamos en El, que lo adoremos y que lo amemos. Cantamos: Como Cristo nos amó.

Canto de meditación:

«BENDITO, BENDITO SEA DIOS»

Bendito, bendito, bendito sea Dios,
los ángeles cantan y alaban a Dios (2).

Yo creo, Jesús mío, que estás en el altar, 
oculto en la hostia te vengo a adorar ( 2 )

Espero, Jesús mío, en tu suma bondad, 
poder recibirte con fe y caridad ( 2 )

Por el amor al hombre moriste en una cruz 
y al cáliz bajaste por nuestra salud ( 2 )

Jesús, Rey del cielo está en el altar, 
su Cuerpo, su Sangre, nos da sin cesar ( 2 )

Entre sus ovejas está el Buen Pastor, 
en vela continua lo tiene el amor ( 2 )



Enseguida sigue la bendición con el Santísimo Sacramento si hay un ministro ordenado presente, si no, se hace la reserva.

Canto final:

«MI ALMA GLORIFICA AL SEÑOR»

Mi alma glorifica al Señor, mi Dios
gózase mi espíritu en mi Salvador.
Él es mi alegría, es mi plenitud,
Él es todo para mí.

Ha mirado la bajeza de su sierva,
muy  dichosa me dirán todos los pueblos,
porque en mí ha hecho grandes maravillas
el que todo puede, cuyo nombre es: Santo.

Su clemencia se derrama por los siglos
sobre aquellos que le temen y le aman;
desplegó el gran poder de su derecha,
dispersó a los que piensan que son algo.

Derribó a los potentados de sus tronos,
acordándose de su misericordia,
como lo había prometido a sus padres,
a Abraham y descendencia, para siempre.

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