jueves, 26 de marzo de 2020

CARTA DE SATANÁS PARA RETAR AL CREYENTE EN EL TIEMPO DE CUARESMA...


Mi odiado e incómodo enemigo:

Te saludo deseándote que haya mucha división y desesperación en tu alma y en tu corazón para que se aleje de ti la paz.

He estado observándote desde el inicio de esta cuaresma. Desde el principio te pusiste a hacer planes sin siquiera orar al que llamas tu Dios. Me agrada cuando veo que pasa todo el día sin que hagas si quiera algo de oración, sobre todo me gusta que no bendigas al Señor por los alimentos y bienes que tienes. Eres muy desagradecido con tu Dios, y eso me gusta mucho de ti. También me agrada sobremanera la enrome pereza que demuestras siempre en lo que se refiere a tu crecimiento cristiano, sobre todo en este tiempo de cuarenta días en que dices querer cambiar.

Rara vez en estos días haz tomado la Biblia para leerla y cuando la lees estás cansado y disperso. Oras muy poco y muchas veces recitas palabras de la Biblia que ni siquiera meditas. Por cualquier pretexto llegas tarde a tu Misa dominical y... ¿qué decir de tus quejas?

Hemos disfrutado juntos muchas películas e imágenes que te llevan al pecado... y qué decir de las veces que hemos ido, aunque sea en la imaginación, a los impúdicos espectáculos artísticos en vivo en Internet. Aquel día de tu debilidad de pensamiento... ¡qué bien la pasamos!

Pero sabes, mucho más me agrada que no te arrepientas, sino que reconozcas que tienes derecho a gozar la vida, que pienses solamente en el cuerpo, en la comodidad, en el no hacer nada por los demás y que te alejes del bien hasta creer que no tienes un alma qué guardar para la eternidad. No hay duda... te vas haciendo uno de los míos.

Disfruto mucho los chistes obscenos y que te has aprendido bastante bien, ojalá los puedas difundir con cosas de doble sentido también. Te ríes por lo gracioso de esas cosas, y yo me río de ver a uno que se dice hijo de Dios y de esa María participando en ellos. El hecho es que ambos la pasamos bien. La música vulgar y de doble sentido con los ritmos de moda que escuchas me fascina. ¿Cómo sabes cuáles son las bandas y solistas que me gusta escuchar? 

También gozo mucho cuando difamas y te revelas contra tu Dios. Me siento feliz cuando veo bailando y haciendo esos movimientos que tanto fascinan a muchas parejitas... ¡cómo lo disfruto!

Ciertamente cuando vives  y te diviertes sanamente en familia en cosas como el deporte, una buena película, la oración de eso que llamas el rosario o los juegos de mesa compartiendo, me desilusionas, pero, no hay problema, siempre encuentro otra oportunidad para tentarte. 

Hay veces que me haces servicios increíbles cuando das malos ejemplos, especialmente a los niños o cuando les permites que se desvíen de su inocencia por medio de las redes sociales, la televisión y cosas por el estilo. Son tan perceptivos los pequeños, que fácilmente imitan lo que ven. ¡Te lo agradezco mucho!

Lo que más me agrada de todo es que rara vez tengo que tentarte con cosas nuevas, eres rutinario y casi siempre caes por tu propia cuenta enredándote tú solito. Buscas los momentos propicios, te expones a situaciones peligrosas y buscas mis ambientes.

Si tuvieras algo de motivación de lo tuyo, cambiarías de ambiente y compañías; buscarías crecer, te convertirías; entregarías realmente tu vida al que dices llamar tu Dios y buscarías vivir más el resto de tus años bajo la guía del que llamas Espíritu Santo.

No acostumbro a escribir este tipo de cartas, pero eres tan conformista espiritualmente que no creo que vayas a cambiar. ¡Te reto a que seguirás siendo el mismo! 

Y no mal entiendas, aún te odio y no me interesas en lo más mínimo. Si te busco es porque me agrada cómo es tu manera de comportarte y porque con una vida holgada y doble, sumergida en el materialismo y consumismo reinante, puedes hacer quedar en ridículo a ese tal Jesús y a su madre.

Tu enemigo que te odia:

Satanás (o como me quieras llamar).

P.D. Si realmente me amas, no le cuentes a nadie acerca de esta cartita y ni se te ocurra comentar nada.

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