martes, 10 de octubre de 2023

«Una sola cosa es necesaria»... Un pequeño pensamiento para hoy


«Una sola cosa es necesaria», dice Jesús a Marta en el Evangelio de hoy (Lc 10,38-42). La práctica de Jesús no se caracterizó por el activismo ni por las obras espectaculares y costosas. Su labor se concentró en formar una comunidad, en transformar la mentalidad de las personas, en celebrar los signos del Reino, en rescatar a los marginados y dar a la mujer y al hombre un lugar en la comunidad humana. Todo lo hizo con la sencillez de un predicador itinerante. Al final de su vida lo único que tuvo fue la lejana compañía de alguna de sus discípulas–misioneras junto a su Madre y la soledad de la cruz. Allí enfrentó solo el destino, el ideal, por el cual luchó y murió. Sin embargo, su obra continuó en la historia gracias a que su Espíritu animó a sus seguidores y amigos a persistir en la obra que él había empezado y a insistir en su estilo de vida.

En este pasaje del Evangelio tan típico, de Marta y María en Betania, se nos hace un llamado a no creer que nuestra labor como discípulos–misioneros del Señor consiste en un activismo desmedido. O, peor, aún, que nuestra tarea es andar urgiendo a los demás para que se conviertan en activistas frenéticos. El Evangelio, nos invita más bien a crecer en el silencio, formándonos como oyentes y servidores de la palabra de Dios. Atentos al devenir de la vida cotidiana pero concentrados en lo que el Maestro nos propone.

Caminemos de la mano de María santísima y busquemos ser animadores de la comunidad eclesial estando primero «a los pies del Señor». Pues, nuestra acción en el mundo no es únicamente un conjunto de actividades a favor de un ideal, sino una forma de hacer crecer la presencia de Dios, el Reino, entre los hermanos. Y para esto, necesitamos de la palabra del Maestro, que nos guíe en cada momento por el camino adecuado. ¡Bendecido martes!

Padre Alfredo.

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