La cita del Evangelio de hoy (Lc 10,1-9) es una pequeña muestra de esto. San Lucas nos muestra un momento crucial en la vida pública de Jesús, que es la prolongación de su misión en los discípulos. El Maestro, luego de prepararlos y darles el ejemplo, los envía para que extiendan y den a conocer a todos las noticias sobre el Reino de Dios. Este santo evangelista nos cuenta que el Señor quiere esparcir su mensaje por todas partes y envía cada vez a más discípulos–misioneros a extender el anuncio de la Buena Nueva. Ahora, antes de enviar a este grupo, les hace ver que la oración debe marcar el arranque de la tarea, ya que es Dios quien llama personalmente a los operarios, es Dios el que nos dice como y cuando sembrar la semilla, es Dios el que nos enciende en deseos de que muchas personas conozcan la gracia y alegría de la fe.
Todos, creo yo, hemos leído, si no es que todo, gran parte del Evangelio de San Lucas. Hay que pedirle a él, en especial en este día, que haya muchos obreros para la mies, que entre ellos, nosotros que ya nos sabemos sus discípulos–misioneros, sepamos estar muy unidos a Dios por la oración y plenamente dispuestos a ponernos en sus manos para la misión que nos ha encomendado. Que María, a quien la tradición nos dice que San Lucas retrató en una pintura, interceda junto a este gran santo evangelista por nosotros y los nuestros. ¡Bendecido miércoles!
Padre Alfredo.
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