Dios ha creado a los ángeles, que glorifican al Creador, y ha querido asimismo encomendarles auxiliarnos en la tarea de alcanzar nuestra salvación eterna. La sagrada Escritura dice que los ángeles fueron creados por Cristo y para él, porque todo cuanto existe fue creado por Dios mediante su Verbo eterno, «en los cielos, en la tierra, las cosas visibles y las invisibles… todo fue creado por él y para él» (Col 1,16). También los ángeles fueron creados por Cristo, en él y para él, y así leemos en la carta a los Hebreos, con referencia a la encarnación del Verbo, que cuando Dios, en su designio de salvación de la humanidad, «introduce a su Primogénito en el mundo, dice: “adórenle todos los ángeles de Dios”» (Hb 1,6).
Tenemos que tener bien presente que Dios ha querido que toda nuestra vida ha de estar rodeada de la custodia y la intercesión de los santos ángeles, y cada uno de nosotros goza de esta especial protección de Dios que nos asiste por medio de los ángeles custodios, sin quebrar nuestra libertad de seres moralmente responsables de nuestros actos (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 336). Confiemos a la intercesión de la Virgen María y de nuestros santos Ángeles custodios nuestra vida y nuestras familias, pidiendo para todos la bendición de Dios. ¡Bendecido lunes!
Padre Alfredo.
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