¡Oh Sagrada Familia de Nazareth!
Comunidad de amor de Jesús, María y José,
modelo ideal de toda familia cristiana,
a ti confío mi vocación y mi familia.
Mantén abierto el corazón del hogar de mis padres a la fe,
a la acogida de la Palabra de Dios,
al testimonio cristiano,
para que sea el manantial en donde se nutra mi vocación.
Dispón el corazón de mis padres para que,
con caridad solícita,
atención prudente y piedad amorosa,
sean para mí y mis hermanos guías seguros
hacia los bienes espirituales y eternos.
Suscita en mi alma una conciencia recta
y una voluntad libre,
para que creciendo en sabiduría, edad y gracia,
acoja generosamente el don de la vocación que me estás dando.
Sagrada Familia de Nazareth,
haz que yo, en el núcleo de mi familia,
contemplando e imitando la oración asidua,
la obediencia generosa, la pobreza digna
y la pureza virginal vividas en ti,
me disponga a cumplir la voluntad de Dios,
y a seguir más de cerca a Jesús,
viviendo bajo la protección de ustedes
María y José. Amén.
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