A veces el número de sacerdotes es muy limitado y el número de penitentes bastante numeroso. Hay que tener entonces algunas consideraciones para agilizar el proceso de la confesión, que es un sacramento que todos necesitamos para recobrar la gracia perdida o para incrementarla.
1. Debes llegar con tu examen de conciencia ya hecho y no decir "padre, usted ayúdeme", porque eso denota que no se ha preparado la persona para confesarse.
2. Haz de experimentar dolor de tus pecados con deseos de conversión. Si necesitas puedes escribir tus pecados y leerlos.
3. Al acercarte al sacerdote dile cuánto tiempo tienes de no confesarse y le dices los pecados: Hace… (tantos) días, semanas…meses…años, que me he confesado. Me acuso de… (confiesas tus pecados de una manera clara, breve, completa y muy sincera).
4. No confundas la confesión con la dirección espiritual y piensa en la demás gente que necesita de la reconciliación con Dios. No enredes ni canses al sacerdote con historias o cuentos de tu vida que no necesita saber. Dí solamente tus pecados y no los de los demás.
5. Si el sacerdote lo ve necesario él te ayudará en tu confesión, pero solo si lo cree conveniente. Él te dará algunos consejos y te impondrá la penitencia. Antes de recibir la absolución, puedes manifestar tu arrepentimiento con algunas palabras de contrición, por ejemplo: Jesús, Hijo de Dios, ten misericordia de mí, que soy un pecador o el acto de contrición.
6. El sacerdote pronuncia las palabras de la absolución. Cuando escuches las palabras:”…Y YO TE ABSUELVO DE TUS PECADOS... Y DEL ESPÍRITU SANTO”, respondes: Amén.
7. Terminada la confesión, agradece al Señor su bondad y misericordia por haberte perdonado los pecados y haberte dado la gracia; cumple, lo antes posible, la penitencia y procura poner en práctica, los consejos recibidos. Si te es posible haz una oración por el sacerdote que te ha confesado.
Mil gracias esta información nos ayuda mucho para poder hacer una buena confesión
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