Santa Teresita del Niño Jesús, la santita que me acompaña cada día, de una manera especial desde el día de mi ordenación sacerdotal, hace casi 34 años, tiene una oración por la santificación de los sacerdotes que hoy quiero compartir e invitarles a rezar: «Oh Jesús que has instituido el sacerdocio para continuar en la tierra la obra divina de salvar a las almas protege a tus sacerdotes (especialmente a: ..............) en el refugio de tu SAGRADO CORAZÓN. Guarda sin mancha sus MANOS CONSAGRADAS, que a diario tocan tu SAGRADO CUERPO, y conserva puros sus labios teñidos con tu PRECIOSA SANGRE. Haz que se preserven puros sus Corazones, marcados con el sello sublime del SACERDOCIO, y no permitas que el espíritu del mundo los contamine. Aumenta el número de tus apóstoles, y que tu Santo Amor los proteja de todo peligro. Bendice sus trabajos y fatigas, y que como fruto de su apostolado obtengan la salvación de muchas almas que sean su consuelo aquí en la tierra y su corona eterna en el Cielo. Amén».
Seguramente todos ustedes que leen mi reflexión, conocen uno o más sacerdotes a los que vemos en el Templo, trabajan con ellos, rezan con ellos o son familiares y amigos de algún sacerdote... ¡Por lo menos me conocen a mí! En lo posible, vale la pena asistir a Misa en este día solemne y pedir por cada uno y tal vez mandar un WhatsApp o hacer una llamadita asegurando nuestras oraciones por su santificación. Recemos junto al Santo Padre, a la Iglesia entera, por las vocaciones sacerdotales, por la santificación del Clero, en esta solemnidad del Sagrado Corazón y también por intercesión de la Santísima Virgen María pidamos que aquellos sacerdotes que están solos, desanimados, enfermos, deprimidos y sumergidos en situaciones difíciles y complicadas, experimenten el cobijo del Corazón Sacratísimo de Jesús. ¡Bendecido viernes, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús!
Padre Alfredo.
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