Como padres de familia, los que viven esta vocación, tienen la oportunidad de enseñar a los hijos acerca de Dios Padre, cómo vivir moral y éticamente y cómo contribuir positivamente a la sociedad. También pueden darles a los hijos la fuerza para superar cualquier obstáculo que la vida les depare ayudándoles a crecer en la vida de fe.
Hoy es un día para meditar en que la paternidad es más que solo mantener económicamente a un hijo; es construir una relación que durará para siempre. Encomendemos hoy a todos los papás a María santísima para que a ejemplo de san José, padre providente, se esfuercen más por ser, con su vocación, promotores de un mundo nuevo que en ellos, por su testimonio de vida, sea mejor. ¡Bendecido domingo día del padre!
Padre Alfredo.
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