viernes, 1 de abril de 2022

«Nada puede ahogar la fuerza de Dios»... Un pequeño pensamiento para hoy


Iniciamos hoy un nuevo mes, el cuarto del año y un mes muy especial, pues dentro de éste celebraremos la Semana Santa y pasaremos de la Cuaresma al Triduo Pascual y al hermoso tiempo de la Pascua. Por lo pronto seguimos caminando con la ayuda de las lecturas de la liturgia de la palabra de la misa de cada día que dan pie a las reflexiones que con ustedes comparto.

Hoy en la primera lectura (Sap 2,112-22), el profeta nos presenta cómo las fuerzas del mal, encarnadas en los impíos, quieren ahogar la fuerza de Dios que se manifiesta en la vida de los justos. Este es el conflicto de siempre, que pasa por el mismo corazón del hombre. Este fragmento se dirige directamente a los judíos fieles de Alejandría que son perseguidos y despreciados por los judíos renegados y por los paganos. La Iglesia ve en este texto un anuncio de la pasión de Cristo, el hombre bueno por excelencia y por eso nos pone este pasaje al irnos acercando a la Semana Santa.

Por su parte, el evangelio (Jn 7,1-2.10.25-30) nos habla de la conspiración que se hace alrededor de Jesús. El evangelista nos narra como se va concretando el complot de los que ignoran o atacan a Jesús que dentro de unos días llegará al desenlace. También en el mundo de hoy hay personas que han optado por ignorar a Cristo, o incluso por perseguir toda idea suya. Sus seguidores corren igual suerte. Una sociedad que va perdiendo valores fundamentales, acusa el impacto del testimonio de los creyentes. Los verdaderos profetas son con frecuencia perseguidos. Pidamos al Señor, por medio de su Madre Santísima, fortaleza para dar testimonio de nuestro amor al Redentor. ¡Bendecido viernes!

Padre Alfredo.

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