Este evento, organizado por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, estaba previsto inicialmente para la primavera del año 2020, pero debido a las medidas para contener la pandemia del Covid-19 no fue posible realizarlo. Ahora, este Dicasterio Vaticano encargado de gestionar y animar las actividades de los que somos Misioneros de la Misericordia, puso en marcha esta iniciativa en cuanto le fue posible.
Los Misioneros de la Misericordia somos sacerdotes que prestamos un servicio importante a la Iglesia, especialmente como ministros del Sacramento de la Reconciliación en casos especiales e incluso en los lugares donde la presencia de católicos es más limitada, pues algunos de nosotros recorren muchos kilómetros para llegar a las distintas comunidades. De hecho, los participantes procedemos de una gran variedad de países, como Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, México, Venezuela, Líbano, Filipinas, India y Vietnam. También hay una presencia importante de África: Nigeria, Mali, Malawi, Kenia, Costa de Marfil, Ghana, Guinea y Camerún. En particular, hay algunos sacerdotes de Ucrania, para los que se obtuvo un visado especial para salir del país. Estos sacerdotes proceden de las regiones del oeste de Ucrania: la provincia de Chmel'nyc'kyj, la provincia de Chernivci, la región de Ternopil y Hnizdychiv en la provincia de Lviv. Un gran número de participantes vienen de Estados Unidos y de diversos países de Europa.
El Papa Francisco ha dicho que «ser misionero de la misericordia es una responsabilidad que nos confía porque se nos pide ser en primera persona testimonio de la cercanía de Dios y de su modo de amar». Los Misioneros de la Misericordia tenemos como misión perdonar algunos pecados reservados a la Sede Apostólica. Esto es que además de poder perdonar el pecado del aborto, los Misioneros de la Misericordia podemos absolver los pecados de profanación de las especies —hostias y vino consagrado— de la Eucaristía robándolas o guardándolas para algún propósito sacrílego, el uso de la fuerza física contra el Romano Pontífice, la absolución de un cómplice en un pecado contra el sexto mandamiento —por ejemplo si un sacerdote tiene relaciones sexuales con una mujer o con otro hombre, luego lo confiesa y lo absuelve de ese pecado— y la violación del secreto de confesión.
Los Misioneros de la Misericordia estamos llamados a ser «artífices de un encuentro cargado de humanidad, predicadores convincentes de la misericordia, anunciadores de la alegría del perdón, confesores accesibles, amables y compasivos». Cada uno los Misioneros de la Misericordia hemos sido nombrados de forma exclusiva por el Papa y cada uno hemos recibido, por separado, «la facultad para perdonar los pecados reservados».
El Encuentro de estos días, después de la bienvenida de Monseñor Rino Fisichella, Presidente del Dicasterio, incluirá una mañana de «talleres», en los que los Misioneros, según su lengua, podremos encontrarnos y compartir experiencias y prácticas pastorales desarrolladas durante la pandemia. Entre otras actividades, los Misioneros de la Misericordia participaremos en la Concelebración Eucarística del Domingo de la Divina Misericordia, presidida por el Santo Padre, el 24 de abril a las 10:00 horas, en San Pedro, y tendremos una audiencia con el Papa el lunes 25.
Entre los ponentes de las diversas conferencias que se ofrecerán durante los días del Encuentro destacan: el Cardenal Raniero Cantalamessa, Predicador de la Casa Pontificia y el Padre Damián Guillermo Astigueta, Profesor Titular de la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad Gregoriana.
Padre Alfredo.
* LA FOTOGRAFÍA QUE AQUÍ APARECE ES DEL ENCUENTRO DEL AÑO 2018.
Señor, tu Misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.
ResponderEliminarGracias por llamar a nuestro querido Hermano el Padre Alfredo, concédele la sabiduría, fortaleza y todo lo necesario para este ministerio tan delicado y hermoso.
Padre Alfredo que disfruten mucho este encuentro y de muchoa frutos, que renueven en aus corazones ese amor y misericordia que comparten con su servicio, saludos desde la ciudad de las Montañas y qur nuestras oraciones los acompañen a todos los misioneros invitados
ResponderEliminarB día me alegra conocer esto, que bendicion participar la Misericordia de Dios,
ResponderEliminarfelicidades P Alfredo