Habría que decir muchas cosas al llegar al final de un 2023 que ha estado marcado por muchas sorpresas. Ciertamente en todos hemos pasado por toda clase de situaciones que ocuparon las poco más de 8.760 horas que conjugaron todo este tiempo. Este ha sido un día para reexaminarse y para evaluar pensamientos, sentimientos y hechos. Un día en el que yo creo que todos hemos ido a recuerdos y a la vez seguramente hemos hecho propósitos.
Pidamos al niño Jesús por la intercesión de María y José por nuestras familias, y por las familias más frágiles, por las que están pasando por momentos de crisis y abramos el corazón dejándonos sorprender para lo que el Señor nos depara en este 2024 que ya llega. ¡Bendecido domingo y feliz año nuevo!
Padre Alfredo.
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