La oración colecta de este viernes nos lleva a agradecer, con la llegada del Unigénito, el rescate que Él hace de nuestras vidas al sacarnos del vicio enredoso de la mundanidad a la que el Papa Francisco mucho se refiere. En la parroquia de San Francisco, en el pintoresco estado de Michoacán de nuestro México lindo y querido, y a la que pertenece nuestra Casa Misión Don Vasco de Quiroga, hay una imagen de Cristo conocida como «El Señor del Rescate», agradeciendo precisamente esta acción misericordiosa de Dios al habernos liberado del yugo del mal. Esta imagen, según cuenta la tradición, liberó al pueblo en el siglo XVIII de la peste de viruela negra. La historia señala que fue en el siglo XVIII cuando en esta región azotó la temible peste de la viruela en la cual se perdieron muchas vidas y era tanta la preocupación de la gente de la localidad que un guardián del convento franciscano acudió a los pies del cuadro que ya se encontraba dentro del convento franciscano y suplicó ayudase a todos los habitantes de este municipio infectados por esta terrible enfermedad. Entonces el milagro ocurrió y la peste se fue alejando de las comunidades indígenas. Días después la peste desapareció por completo dejando al pueblo completamente agradecido con la Bendita Imagen que desde ese entonces ocupa un lugar especial en la parroquia.
Agradezcamos que el mismo Jesús Niño al que esperamos ya en estos días, es el mismo que, entregado en la cruz, nos rescató. Preparemos, con María y José, rumbo a Belén, nuestros corazones y abramos la puerta de nuestras almas a la llegada del Salvador. ¡Bendecido viernes!
Padre Alfredo.
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