Los laicos, el 99.9% de los miembros de la Iglesia... UN PEQUEÑO PENSAMIENTO PARA HOY

Estamos ya en la última semana del Tiempo Ordinario. La llegada de la fiesta de Cristo Rey, que cierra el año litúrgico es inminente. Yo no he tenido oportunidad de escribir mi reflexión personal desde hace días, aunque por supuesto la he hecho para mí sin perder compartir por estos medios electrónicos. Parece que los aeropuertos, las centrales de autobuses y las estaciones de tren, son para mí, el espacio ideal para sentarme a escribir, a pesar del bullicio que caracteriza a estos espacios. Precisamente ahora estoy en la T2 del aeropuerto de mi querida “Selva de Cemento” esperando el vuelo a Monterrey que, hasta el viernes pasado, contemplaba como el último de este año. Bien pone el escritor sagrado en labios de Dios esta frase: “Tus caminos no son los míos” (cfr. Is 55,8). 

La Oración Colecta de la misa de este miércoles, llamado el “ombligo de la semana” nos lleva a pedir por los laicos. Y no me parece que sea una casualidad que esto aparezca ante mis ojos y mi corazón después de que este fin de semana hemos celebrado la XXXVI asamblea nacional de Van-Clar, la expresión de nuestra Familia Inesiana que junto a Familia Eucarística constituyen la presencia de los laicos en esta familia misionera fundada por la beata María Inés Teresa del Santísimo Sacramento y de la cual soy el asistente eclesiástico general. La oración de hoy pide que los laicos, en medio de sus ocupaciones terrenales, colaboren sin cesar en la instauración del Reino en la tierra, de manera que nos ayuden a todos a vivir un adelanto de cielo. 

A pesar de que los fieles laicos componen el 99.9% de los fieles de la Iglesia, su identidad y misión no siempre ha sido comprendida en toda su profundidad y, después, de muchos años luego del Concilio Vaticano II, que reafirmara su papel en la Iglesia y en el mundo, el laicado católico, en su mayoría, no capta que  tiene un papel importantísimo en la misión de recapitular todo en Cristo. su identidad y misión no siempre ha sido comprendida en toda su profundidad. Ciertamente los laicos tienen un papel importantísimo en el ser ya quehacer de nuestra familia misionera. Hemos vivido, con ellos, un fin de semana que si bien ha sido agotador, nos ha dejado un delicioso sabor de boca por el compromiso que ellos abrazan en el día a día para dar testimonio de vida cristiana donde se encuentran. Los ponemos a todos bajo el cuidado de María y de la beata María Inés. ¡Bendecido miércoles! 

Padre Alfredo.