viernes, 1 de noviembre de 2024

«En el día de Todos los Santos»... Un pequeño pensamiento para hoy


Empezamos este nuevo mes, el penúltimo del año, con la festividad de Todos los Santos, hombres y mujeres que la Iglesia ha declarado beatos y santos y los ha incluido en su lista de personas ejemplares que han seguido a Jesús en este mundo de un modo heroico. Además, celebra también a esos otros que nos han precedido en la vida o que han vivido con nosotros y disfrutan de la gloria de Dios en el cielo con santa María, pero no están en la lista oficial de santos y beatos. La Oración Colecta nos invita a acogernos a la intercesión de estos numerosos intercesores.

De esta manera podemos decir que hoy nos acogemos a la intercesión de todos aquellos que intentaron hacer realidad en su vida las Bienaventuranzas, que son una demostración de cariño por parte de Dios para aquellos que las tienen como norma de vida. Porque no podemos negar, de ninguna manera, la intercesión de tanta gente santa que está viva y comparte con nosotros el ser y quehacer de cada día; los santos de la puerta de al lado, como dice el papa Francisco. Bienaventurados de éstos los conocemos todos, en nuestra familia, en nuestro grupo de amigos, en la parroquia, en el trabajo, en la escuela. Son todos los que viven con honradez, con dignidad, con generosidad y desde la conciencia de que lo que tienen les ha sido dado por la largueza de un Padre que cuida de cada uno de nosotros con misericordia y perciben con claridad la invitación a ser y estar para los demás. Bienaventurados que trabajan por la paz, en este mundo violento, injusto y cruel sobre todo con los más débiles. Bienaventurados de corazón limpio que ama al estilo de Cristo. Bienaventurados que son misericordiosos, los que en principio aguantan la ofensa y son capaces de perdonar. Bienaventurados que, al dejar este mundo, seguramente no estarán en las listas oficiales en las que hay más de 10,000 hombres y mujeres.

Hoy pedimos al Señor que nos de fuerzas para llevar a nuestra vida lo que significan las Bienaventuranzas recordando a quienes las hicieron vida, a quienes las ponen en práctica y por que no... a quienes queremos vivirlas en esta hermosa comunión e los santos. Se lo pedimos al Señor, sintiéndonos hoy, los que todavía estamos en camino, muy cerca de estos grandes intercesores con María, sabiendo que, con la visión puesta en el futuro, aún no se ha manifestado lo que seremos, en el cielo. Que ellos acompañen nuestro ser de «peregrinos guiados por la fe», como dice el prefacio de la Misa de hoy hasta llegar a gozar de la contemplación de Dios. ¡Bendecido viernes, fiesta de Todos los Santos!

Padre Alfredo.

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