martes, 11 de abril de 2017

Una persona madura es así...


«Si el que comienza se esfuerza,
con el favor de Dios,
a llegar a la cumbre la perfección,
creo jamás va solo al cielo,
siempre lleva mucha gente tras de sí;
como a buen capitán,
le da Dios quien vaya en su compañía»
Santa Teresa de Ávila.

Es una persona que tiene una eficiente percepción de la realidad y se relaciona fácilmente con ella.

Es una persona que se acepta a sí misma, que acepta a los demás y que acepta y ama la naturaleza.

Es una persona que es espontánea y natural, viviendo la simplicidad de la libertad de los hijos de Dios.

Es una persona que se concentra en los problemas, para poder resolverlos.

Es una persona que experimenta en su vida la necesidad de soledad y el desapego de los demás.

Es una persona que  ama la cultura verdadera y no se deja llevar por las modas pasajeras.

Es una persona que ha educado su voluntad para buscar siempre hacer la voluntad de Dios.

Es una persona que tiene sentido místico con el que sabe reconocer lo que Dios le ha dado y es agradecido con él.

Es una persona de espíritu abierto que vive la misericordia.

Es una persona con un gran sentido de lo social que lo lleva a ejercer siempre la caridad.

Es una persona de relaciones interpersonales profundas y selectivas.

Es una persona que tiene estructurado su carácter.

Es una persona que sabe distinguir perfectamente entre los medios y el fin, entre lo bueno y lo malo.

Es una persona que tiene sentido del humor.

Es una persona que tiene creatividad.

Es una persona que busca la santidad.

Alfredo Delgado, M.C.I.U.

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