viernes, 19 de mayo de 2017

«La juventud ante Jesús Eucaristía»... Hora Santa 31 (para orar por y con los jóvenes)


Canto Inicial:


«Soy yo, Señor»

Soy yo; Señor, quien contigo quiere hablar.
Soy yo, Señor, quien contigo quiere hablar.


En mi alma hay un enjambre, hay rumores mil
Hay un rojo surtidor.
Es preciso más silencio si pretendo oír
El murmullo de tu voz.

Tú me buscas, Tú me llamas, mendigando vas
Mi alegría y mi dolor
Y mi nombre está en tus labios pues quieres contar
Con mi colaboración. 


Yo quisiera agradecerte haber pensado en mí
Sin cansarte y con afán.
Es muy grato serte útil y poder servir,
en un hueco de tu plan.


Se hace la exposición del Santísimo como de costumbre si es que no está ya expuesto.

Ministro:  Adoremos y demos gracias en cada instante y momento
Todos: al Santísimo Sacramento.

Padre Nuestro.
Ave María.
Gloria.

Se hace ahora la siguiente jaculatoria y se repite tres veces:

Ministro: ¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! 
Todos: ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman!

Ofrecimiento de la Hora Santa.

Jesús Eucaristía, Dios cercano a nosotros en esta Cuestodia bendita. Hemos venido a rendirte adoración y, como siempre, te queremos pedir muchas cosas, pero lo primero que te queremos pedir, es que envíes desde el cielo tu Luz y tu Amor para todos los jóvenes, para que todos te conozcan y Te amen aquí en la tierra, y después para siempre, en la eternidad.

Hacemos un espacio de silencio, por fuera y por dentro, y en estos primros momentos de nuestra Hora Santa, queremos hablarte con el corazón, reconociendo que estamos delante del Gran Rey y Dios, Jesús Eucaristía. Recibe, Señor, el cariño y la adoración de todos los que estamos aquí, especialmente de los jóvenes que te reconocen vivo y presente, Dios de vida eterna, Dios de inmensa bondad.

Oremos: Señor, ante tu presencia amorosa, los jóvenes y en general todos los hombres y mujeres de fe, aquí reunidos, te pedimos bendigas nuestra juventud. Ayuda a todos los jóvenes a ser siempre nuevos. Asiste con la fuerza de tu Espíritu a todos los jóvenes para que reestrenen la vida recibida de ti y por ti la hagan siempre buena.  Da a todos los jóvenes, un recto pensar y un actuar acorde.

Abre los ojos, los oídos y el corazón de cada joven para que todos vivan en paz, con la conciencia limpia de mancha, aceptando las penas y los sinsabores de la vida. Dales fortaleza para seguir transformando nuestro mundo, dales una vida nueva cargada de amor y amistad. Concede a todos los jóvenes ser tus amigos y hacerte muchos amigos más.

Da tu amor y tu gracia que ayude a todo joven a sembrar cosas nuevas, pero dales también el consuelo de cosechar el futuro y gozar lo sembrado. Da a toda gente joven el ser feliz con lo que son y tienen, sin dejar nunca de ser mejores que el día de ayer.

Déjalos, Jesús Eucaristía, sentirse tus hermanos y amigos. Dales Señor, el sentirse por ti y en ti, siempre llamados a vivir contentos su destino y su juventud, sabiendo que al final del caminar te encontrarán, como todos nosotros a ti,  con los brazos abiertos para recibirnos. Amén

Momentos de silencio para meditar.

Canto de meditación:

«Hoy en oración»

Hoy en oración,
quiero preguntar, Señor,
quiero escuchar tu voz,
tus palabras con tu amor.
Ser como eres Tú,
servidor de los demás,
dime ¿cómo?, ¿en qué lugar?,
te hago falta más.

Dime Señor, en qué te puedo servir,
déjame conocer tu voluntad.
Dime Señor, en Ti yo quiero vivir,
quiero de Ti aprender: saber amar.

Hoy quiero seguir,
tus caminos junto al mar,
tus palabras, tu verdad,
ser imagen de Ti.
Ser como eres Tú,
servidor de los demás,
dime ¿cómo?, ¿en qué lugar?,
te hago falta más.

Dime Señor...

Ministro: Puestos en pie escuchemos ahora la lectura de la Palabra del Señor:
(Si está presente un sacerdote o diácono, a él corresponde hacer esta lectura)

Lector: Del santo Evangelio según san Mateo 19, 16-22

«En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna? Jesús le contestó: ¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Él le preguntó: ¿Cuáles? Jesús le contestó: "No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama al prójimo como a ti mismo". El muchacho le dijo: Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta? Jesús le contestó: Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres –así tendrás un tesoro en el cielo– y luego ven y sígueme. Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico. Palabra del Señor.

Momentos de silencio para meditar.

Ministro: Dirijamos ahora nuestra oración a Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, que sigue buscando hoy corazones juveniles que quieran seguirlo de cerca como discípulos y misioneros para llegar al corazón de nuestra sociedad.

Digamos después de cada súplica:  
JESUCRISTO, CAMINO, VERDAD Y VIDA, ATIENDE A NUESTRA SÚPLICA.

LECTOR 1: En la vida hay tantas cosas que nos entristecen. Vivir es un enfrentase continuamente a aquello que causa pena, dolor y sufrimiento. Ayuda a todos los jóvenes que sufren para que descubran que la alegría y la juventud sólo pueden venir de ti.
JESUCRISTO, CAMINO, VERDAD Y VIDA, ATIENDE A NUESTRA SÚPLICA.

LECTOR 2: Algunos jóvenes luchan y vencen, otros se dejan llevar por la tristeza y viven sumidos en la oscuridad, están enfermos del alma. Ayuda a todos aquellos adolescentes y jóvenes que pasan por momentos de depresión haciéndoles ver que tú eres quien los puede levantar.
JESUCRISTO, CAMINO, VERDAD Y VIDA, ATIENDE A NUESTRA SÚPLICA.

LECTOR 1: Muchos jóvenes buscan la alegría desesperadamente en fuentes falsas que sólo producen tristeza, placer embotellado bajo prestigiosas etiquetas y vacío que nada llena. Ayuda a los jóvenes que han caído en el vicio del alcoholismo y la drogadicción dándoles tú el auténtico vino de la esperanza y el elixir de tu amor y comprensión.
JESUCRISTO, CAMINO, VERDAD Y VIDA, ATIENDE A NUESTRA SÚPLICA.

LECTOR 2: Hay jóvenes que no se han dado cuenta de que el llenarse de cosas materiales no remedia la soledad. Ayuda a los jóvenes que han sido esclavizados por el materialismo para que no busquen sustituir con cachivaches la compañía humana y el consuelo que solo tú puedes brindar.
JESUCRISTO, CAMINO, VERDAD Y VIDA, ATIENDE A NUESTRA SÚPLICA.

LECTOR 1: En nuestra sociedad, se ven jóvenes tristes y decaídos. Abre los ojos de esos muchachos para que se den cuenta de que la alegría es un estado, una actitud de vida permanente y responsable que viene de ti y no se pierde ante las adversidades, sino que nos ayuda a superarlas.
JESUCRISTO, CAMINO, VERDAD Y VIDA, ATIENDE A NUESTRA SÚPLICA.

LECTOR: En medio del mundo que va tan de prisa, hay jóvenes que, entre esas carreras sufren la ausencia de paz. Ayúdales a recobrar la paz que has sembrado en sus almas, para que recobren la inocencia que muchos adultos lamentamos han perdido y que se llama paz interior.
JESUCRISTO, CAMINO, VERDAD Y VIDA, ATIENDE A NUESTRA SÚPLICA.

Ministro: Jesús Eucaristía, concede a los jóvenes la valentía necesaria para que se acerquen al sacramento de reconciliación y que hagan el propósito firme de no volver a faltar nunca jamás. Acrecienta en ellos el gozo que brinda tu presencia Eucarística para que, viviendo esa alegría siempre, testimonien y afirmen que únicamente tú, Dios de bondad y misericordia, haces al hombre feliz.

Canto para antes de la bendición:

«Cristo te necesita para amar»

Cristo te necesita para amar, para amar.
Cristo te necesita para amar.

NO TE IMPORTE LA RAZA NI EL COLOR DE LA PIEL.
AMA A TODOS COMO HERMANOS Y HAZ EL BIEN.

Al que sufre y al triste, dale amor, dale amor,
al humilde y al pobre, dale amor.

Al que vive a tu lado, dale amor, dale amor,
al que vive a tu lado, dale amor.

Al que habla otra lengua, dale amor, dale amor,
al que piensa distinto, dale amor.

Al amigo de siempre, dale amor, dale amor,
y al que no te saluda, dale amor.

Ministro: Nos diste, Señor, el pan del cielo
Todos: Que contiene en sí todas las delicias

Ministro: Oremos. Oh Dios, que bajo este admirable sacramento nos has dejado el memorial de tu pasión, concédenos, venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros los frutos de tu redención. Te lo pedimos a Ti que vives y reinas. Por los siglos de los siglos. Amén.

En este momento si está presente el sacerdote o el diácono, da la bendición con el Santísimo Sacramento.

Letanías de desagravio a Jesús Sacramentado:

BENDITO SEA DIOS, bendito sea su santo nombre, BENDITO SEA JESUCRISTO VERDADERO DIOS Y VERDADERO HOMBRE, bendito sea el santo nombre de Jesús, BENDITO SEA SU SACRATÍSIMO CORAZÓN, bendita sea su preciosísima sangre, BENDITO SEA JESUCRISTO EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR, bendito sea el Espíritu Santo consolador, BENDITA SEA LA GRAN MADRE DE DIOS MARIA SANTISIMA, bendita sea su santa e inmaculada concepción, BENDITA SEA SU GLORIOSA ASUNCION, bendito sea el nombre de María Virgen y Madre, BENDITO SEA SAN JOSE SU CASTÍSIMO ESPOSO, bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos.

Oración final:

Señor, te damos gracias por la juventud, el más grande de los regalos. Tu palabra sigue viva en muchos hombres y mujeres jóvenes. Queremos jóvenes que se comprometan a fondo con el hombre, hasta arriesgar su vida y su dinero; que amen con algo más que con palabras, al hombre solo, triste y abatido. Señor, haznos a todos jóvenes de tu Reino ante los descreídos poderosos y arrogantes; jóvenes de la civilización del amor, en las calles de nuestros pueblos, en la tiendas, en las fábricas, sobre el asfalto de nuestras ciudades, en las playas y los montes. Jóvenes que lleven la justicia y paz a todos; en fin, Señor, que llevemos el amor más que con palabras, con obras. Amén.

Canto final:

«Vaso Nuevo»

Gracias quiero darte, por amarme;
gracias quiero darte yo a Ti, Señor.
Hoy soy feliz porque te conocí.
Gracias por amarme a mi también.

Yo quiero ser, Señor amado.
Como el barro en manos del alfarero.
Toma mi vida, hazla de nuevo. Yo quiero ser un vaso nuevo.
Toma mi vida, hazla de nuevo. Yo quiero ser un vaso nuevo.

Te conocí y te ame; 
te pedí perdón y me escuchaste.
Si te ofendí, perdóname, Señor. 
Pues te amo y nunca te olvidaré.

Yo quiero ser, Señor amado…

algdr 2017

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