miércoles, 15 de junio de 2011

Decálogo para mantener viva la espiritualidad sacerdotal de Madre Inés en Van-Clar…

Vivir el sacerdocio bautismal significa:
1. Vocación:
Haber sido llamados por él: "Subió al monte y llamó a los que él quiso" (Mc 3,13). "Ustedes no me escogieron a mí; soy yo quien los escogí a ustedes" (Jn 15,16). El sacerdocio bautismal no es un mérito del vanclarista sino un don gratuito recibido en el sacramento que exige pureza de corazón y rectitud de intención para llevar su vivencia a plenitud.

2. Intimidad con el Padre Dios a la manera de Cristo, pues somos sacerdotes en su sacerdocio:
Jesús quiere ante todo amigos que compartan sus mismos amores, por él, con él y en él; que puedan decir como San Pablo: "No soy yo el que vive, sino que es Cristo él que vive en mí" (Gál 2,20).

3. Desprendimiento de la vida anterior y de todo aquello que pueda obstaculizar un fiel y claro seguimiento:
"Y ellos dejándolo todo le siguieron" (Lc 5,11). Vivir el compromiso sacerdotal de nuestro bautismo exige tener una vida totalmente nueva, al estilo de Cristo.

4. Testimonio:
"Ustedes serán mis testigos" Hech 1,8). Vivir el sacerdocio bautismal significa dar la cara por él; no acobardarse; ser coherentes y dar testimonio de vida cristiana ofreciéndolo todo por él.

5. Decisión resuelta y rápida para trabajar en los intereses de Cristo:
"Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos" (Mt 8,22). Jesús, en su sacerdocio oferente no ad­mite titubeos, decisiones a medias, postergaciones reiteradas...

6. Imitación:
Vivir como él; configurarse con su estilo de vida de pureza, de pobreza y de obediencia en la condición laical. Progresivamente ir adoptando sus mismas actitudes intenciones: mentalidad, sentimientos, intereses. Dejarse invadir por su espíritu y su lógica. "Tengan entre ustedes los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús" (Fil 2,5).

7. Confianza, fiarse plenamente de él:
Adhesión total a su persona: Él es el Absoluto, todo lo demás es relativo. Como decía Nuestra Venerable Madre Inés: «La única realidad eres tú Jesús». Nada puede ser preferido a él. "Gente de poca fe, ¿por qué tienen miedo?" (Mt 8,26). "No anden preo­cupados por su vida: ¿qué vamos a comer?, ni por su cuerpo: ¿qué ropa nos pondremos?" (Mt 6,25). El sacerdocio bautismal es confianza en aquel a quien nos hemos ofrecido (consagrado).

8. Fidelidad:
Compromiso firme y duradero que prolongue el “Sí” de María al estilo de Nuestra Madre, sin novedades, sin abandonar el propio carisma y en su condición de laicos. "Todo el que pone la mano al arado y mira para atrás, no sirve para el Reino de Dios" (Lc la, 62). "El que se mantenga firme hasta el fin se salvará" (Mt 10,22).

9. Misión:
Seguir a Jesús viviendo en plenitud lel sacerdocio bautismal significa compartir su misión: "Síganme, que yo les haré pescadores de hombres"(Mc 1,17). "Así como el Padre me envió a mí, así los envío a ustedes" (Jn 20,21). "Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación" (Mc 16,15). Jesús ha querido necesitar de este sacerdocio para cumplir una misión o tarea en beneficio de los demás. Decía Nuestra Venerable Madre Inés: «Yo me ocuparé de tus intereses y tú te ocuparás de los míos».

10. Comunidad:
Seguir a Jesús es vivir en intimidad con él y con los demás que han sido llamados a vivir este sacerdocio en este estilo particular (Grupo). Es vivir en armonía y convivencia con los otros. "Constituyó a los Doce para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar" (Mc 3,14). Los que han sido llamados para seguir a Jesús como vanclaristas, normalmente crecen, se forman y misionan en comunidad, practicando en ella el mandamiento del Señor: "ámense los unos a los otros como yo los he amado" (Jn 15,13). "Que todos sean uno como Tú; Padre, estás en Mí y Yo en Ti; sean ellos también uno en nosotros: asi el mundo creerá que Tú me has enviado" (Jn 17,21). Madre Inés dice: «Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero».

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