Vivir el sacerdocio bautismal significa:
1. Vocación:
Haber sido llamados por él: "Subió al monte y llamó a los que él quiso" (Mc 3,13). "Ustedes no me escogieron a mí; soy yo quien los escogí a ustedes" (Jn 15,16). El sacerdocio bautismal no es un mérito del vanclarista sino un don gratuito recibido en el sacramento que exige pureza de corazón y rectitud de intención para llevar su vivencia a plenitud.
Haber sido llamados por él: "Subió al monte y llamó a los que él quiso" (Mc 3,13). "Ustedes no me escogieron a mí; soy yo quien los escogí a ustedes" (Jn 15,16). El sacerdocio bautismal no es un mérito del vanclarista sino un don gratuito recibido en el sacramento que exige pureza de corazón y rectitud de intención para llevar su vivencia a plenitud.
Jesús quiere ante todo amigos que compartan sus mismos amores, por él, con él y en él; que puedan decir como San Pablo: "No soy yo el que vive, sino que es Cristo él que vive en mí" (Gál 2,20).
"Y ellos dejándolo todo le siguieron" (Lc 5,11). Vivir el compromiso sacerdotal de nuestro bautismo exige tener una vida totalmente nueva, al estilo de Cristo.
4. Testimonio:
"Ustedes serán mis testigos" Hech 1,8). Vivir el sacerdocio bautismal significa dar la cara por él; no acobardarse; ser coherentes y dar testimonio de vida cristiana ofreciéndolo todo por él.
5. Decisión resuelta y rápida para trabajar en los intereses de Cristo:
"Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos" (Mt 8,22). Jesús, en su sacerdocio oferente no admite titubeos, decisiones a medias, postergaciones reiteradas...
6. Imitación:
Vivir como él; configurarse con su estilo de vida de pureza, de pobreza y de obediencia en la condición laical. Progresivamente ir adoptando sus mismas actitudes intenciones: mentalidad, sentimientos, intereses. Dejarse invadir por su espíritu y su lógica. "Tengan entre ustedes los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús" (Fil 2,5).
7. Confianza, fiarse plenamente de él:
Adhesión total a su persona: Él es el Absoluto, todo lo demás es relativo. Como decía Nuestra Venerable Madre Inés: «La única realidad eres tú Jesús». Nada puede ser preferido a él. "Gente de poca fe, ¿por qué tienen miedo?" (Mt 8,26). "No anden preocupados por su vida: ¿qué vamos a comer?, ni por su cuerpo: ¿qué ropa nos pondremos?" (Mt 6,25). El sacerdocio bautismal es confianza en aquel a quien nos hemos ofrecido (consagrado).
8. Fidelidad:
Compromiso firme y duradero que prolongue el “Sí” de María al estilo de Nuestra Madre, sin novedades, sin abandonar el propio carisma y en su condición de laicos. "Todo el que pone la mano al arado y mira para atrás, no sirve para el Reino de Dios" (Lc la, 62). "El que se mantenga firme hasta el fin se salvará" (Mt 10,22).
9. Misión:
Seguir a Jesús viviendo en plenitud lel sacerdocio bautismal significa compartir su misión: "Síganme, que yo les haré pescadores de hombres"(Mc 1,17). "Así como el Padre me envió a mí, así los envío a ustedes" (Jn 20,21). "Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación" (Mc 16,15). Jesús ha querido necesitar de este sacerdocio para cumplir una misión o tarea en beneficio de los demás. Decía Nuestra Venerable Madre Inés: «Yo me ocuparé de tus intereses y tú te ocuparás de los míos».
10. Comunidad:
Seguir a Jesús es vivir en intimidad con él y con los demás que han sido llamados a vivir este sacerdocio en este estilo particular (Grupo). Es vivir en armonía y convivencia con los otros. "Constituyó a los Doce para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar" (Mc 3,14). Los que han sido llamados para seguir a Jesús como vanclaristas, normalmente crecen, se forman y misionan en comunidad, practicando en ella el mandamiento del Señor: "ámense los unos a los otros como yo los he amado" (Jn 15,13). "Que todos sean uno como Tú; Padre, estás en Mí y Yo en Ti; sean ellos también uno en nosotros: asi el mundo creerá que Tú me has enviado" (Jn 17,21). Madre Inés dice: «Que todos te conozcan y te amen es la única recompensa que quiero».
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