La celebración de la Pasión del Señor se desarrolla con la liturgia de la Palabra, la adoración de la Cruz y la sagrada Comunión cada viernes santo. Antes de la adoración de la Cruz, se tiene la oración universal, que expresa el valor universal de la Pasión de Cristo clavado en la Cruz para la salvación de todo el mundo. Terminada la celebración, se despoja el altar, dejando la cruz listas para colocar las allí la cruz, a fin de que los fieles puedan adorarla y permanecer en oración Claro. La escenificación del Viacrucis, que estamos por terminar, alentó a todos en el testimonio de algunos de los que representaron a los apóstoles.
He seguido pensando mucho en María, Madre de Dios y madre de todos nosotros. Que ella nos aliente a todos para buscar ser fieles a su Hijo, fieles no solamente por cumplir y tomar algún quehacer, sino fieles de convicción para buscar el crecimiento en la línea espiritual. ¡Ustedes me perdonen!
Padre Alfredo.
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