A la luz de este pensamiento, el Papa nos invita a vivir este año especial que comenzará el próximo día 11 de octubre, en coincidencia con dos aniversarios: el quincuagésimo de la apertura del Concilio Vaticano II (1962) y el vigésimo de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica (1992).
El Año de la Fe se propone, ante todo, sostener la fe de tantos creyentes que, en medio de la fatiga cotidiana, no cesan de confiar, con convicción y valentía, su ser y quehacer al Señor Jesús. Su testimonio, que no es noticia en un mundo que parece haber extraviado muchos de los valores entre las corrientes filosóficas que centran todo en el materialismo, es el que permite a la Iglesia presentarse al mundo de hoy, como en el pasado, con la fuerza de la fe y con el entusiasmo de los sencillos. Este Año se inserta en una época concreta, el mundo hoy, caracterizado por una crisis generalizada que atañe también a la fe. La crisis de fe es la expresión dramática de una crisis antropológica que ha dejado al ser humano abandonado a sí mismo.
Es dentro de este marco que seguimos celebrando la reciente beatificación de la Madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento, una mujer siempre llena de fe y damos gracias por figuras de hombres y mujeres santos, que, como ella, han sabido ser presencia de Dios para que todos le conozcan y le amen.
Es necesario, en este año, ir más allá de la pobreza espiritual en que se encuentran muchos contemporáneos, que ya no perciben la ausencia de Dios en su vida, como una carencia que debe ser colmada. El Año de la Fe debe ser un camino que la comunidad cristiana brinde a los que viven con nostalgia de Dios y con el deseo de encontrarlo de nuevo.
Así, este acontecimiento, toca la vida diaria de cada creyente y la pastoral ordinaria de la comunidad cristiana, para que se vuelva a encontrar el espíritu misionero necesario para dar vida a la nueva evangelización. Este año debemos dar la primacía a la oración y especialmente a la Eucaristía, fuente y culmen de la vida cristiana de donde brota nuestra condición de discípulos misioneros.
A continuación les comparto el logo del Año de la Fe: Una barca, imagen de la Iglesia, cuyo mástil es una cruz con las velas desplegadas y el trigrama de Cristo (IHS). El sol, en el fondo, recuerda la Eucaristía.
Entre los eventos más importantes que contarán con la presencia del Santo Padre y se celebrarán en Roma están la ceremonia de apertura del Año de la Fe que tendrá lugar en la Plaza de San Pedro, el jueves 11 de octubre, quincuagésimo aniversario del Concilio Vaticano II. Habrá una solemne concelebración eucarística con todos los Padres sinodales, los presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo entero y los últimos Padres conciliares.
El 21 de octubre se canonizarán 7 mártires y confesores de la fe: el francés Jacques Barthieu; el filipino Pedro Calugsod; el italiano Giovanni Battista Piamarta; la española María del Carmen; la iroquesa Katheri Tekakwhita y las alemanas Madre Marianne (Barbara Cope) y Anna Schäffer.
El 25 de enero de 2013, en la tradicional celebración ecuménica en la basílica romana de San Pablo Extramuros, se rezará para que a través de la profesión común del Símbolo los cristianos no olvidemos el camino de la unidad.
El 28 de abril el Santo Padre confirmará a un grupo de jóvenes.
El domingo 5 de mayo, estará dedicado a la piedad popular y a la labor de las cofradías.
El 18 de mayo, se llevará a cabo una solemne vigilia de Pentecostés, en la que los movimientos antiguos y nuevos se reunirán en la Plaza de San Pedro.
El domingo 2 de junio, por la fiesta de Corpus Christi; habrá una solemne adoración eucarística y, a la misma hora, en todas las catedrales e iglesias del mundo se hará lo mismo.
El domingo, 16 de junio, estará dedicado al testimonio del Evangelio de la Vida.
El 7 de julio, concluirá en la Plaza de San Pedro, la peregrinación de los seminaristas, novicias y novicios de todo el mundo.
El 29 de septiembre, los protagonistas serán los catequistas en el aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica.
El 13 de octubre estará dedicado a la presencia de María en la Iglesia.
Por último, el 24 de noviembre se celebrará la jornada de clausura del Año.
Diversos dicasterios de la Curia Romana tienen en programa iniciativas publicadas en el calendario. El Año se enriquecerá con eventos culturales, entre los cuales, una exposición sobre San Pedro en Castel Sant'Angelo (7 febrero- 1 mayo 2013) y un concierto en la Plaza de San Pedro (22 de junio 2013).
El Año de la Fe se asocia espontáneamente a la temática que se aborda en la XIII Asamblea General del Sínodo de los Obispos, convocada para este mes de octubre: "La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Los destinatarios de la nueva evangelización son en primer lugar los bautizados que no viven la fe y están alejados de la Iglesia".
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