En el libro «El Rosario: Teología de rodillas», el sacerdote, escritor y funcionario de la Secretaría de Estado del Vaticano, Mons. Florian Kolfhaus, propone y explica 10 consejos prácticos para rezar el Rosario todos los días. Yo solamente se los comparto, con algunas pequeñas adaptaciones, para animar a todos a rezar diariamente el Santo Rosario:
1. Tener siempre el Rosario a la mano, en la bolsa o como decenario en anillo o llavero.
2. Aprovechar todo tiempo libre para rezar utilizando los 10 dedos o recurriendo a los nueve coros de los ángeles y a toda la corte celestial.
3. Rezarlo mientras se realizan quehaceres, esperas en las filas, actividades que no requieren pensar mucho, deporte, etc.
4. Utilizar imágenes y música en segundo plano para ayudar a concentrarse en un momento de silencio.
5. Canalizar las distracciones para rezar pidiendo por los familiares, amigos, preocupaciones, etc...
6. Rezar junto con alguien mientras se va a algún lado y ofrecer cada misterio por lo que se va presentando en el camino.
7. Orar de rodillas o caminando ofreciendo el sacrificio para que todos conozcan y amen al Señor y a su Madre Santísima.
8. Conectar cada misterio con una intención especial.
9. Rezarlo en momentos de sequía espiritual rogando al Espíritu Santo que avive la llama de la confianza en Dios bajo el cuidado de María.
10. Caer dormido rezando el Rosario mientras se intenta conciliar el sueño.
En ocasiones solo las personas mayores y enfermas se «aferran» al rezo diario del Santo Rosario debido a las promesas de seguridad, fortaleza y consuelo. Sin embargo, todo católico —en las buenas y en las malas— debe recurrir a esta oración mariana.
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