Mi santa madre me ha compartido que, desde que éramos pequeños, tiene la costumbre de escribir cada cuaresma un viacrucis breve —de su propia inspiración o basado en alguna de su infinita colección de viacrucis, novenas, rezos y demás— para orar con él cada viernes de este tiempo fuerte y privilegiado. Esto gracias a que acabo de dar con dos de ellos en mi visita relámpago a Monterrey para celebrar su cumpleaños número 82 y los iré compartiendo con su previa autorización y alguna que otra modificación... ¡Cuántas de nuestras mamás no harán lo mismo y, como yo, ni cuenta nos hemos dado!
QUE TU PASIÓN ME MUEVA A COMPASIÓN
El camino que he de recorrer,
la verdad que debo proclamar,
la vida que tengo que vivir...
¡Te seguiré, Señor, quiero compartir estos momentos,
pues somos una sola cosa!
(viacrucis de 1994)
Acto de Contrición: Jesús, mi Señor y Redentor. Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, me pesa de todo corazón porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno. Propongo no volver a pecar, confío en que por Tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
PRIMERA ESTACIÓN
Reflexión: Fueron mis pecados los que retorcieron esa soga en torno de tus muñecas y las anudaron con fuerza.
Propósito: La fuerza de la gracia solo se recibe si estoy libre de pecado. Debo procurar vivir en estado de gracia frecuentando el sacramento de la reconciliación y pedir y dolerme del pecado que se comete en el mundo.
Oración: Señor, pequé, ten misericordia de mí y de todos los pecadores. ¡Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores y angustias de su Santísima Madre. Amén!
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
SEGUNDA ESTACIÓN
Reflexión: Él no fue obligado, eso se pensó, pero es por amor a mí por lo que abraza la cruz y acoge los pecados del mundo. Yo debo acoger en la misma forma la cruz de cada día y no imponer, por mi descuido, cruces a los demás.
Propósito: Si quiero seguirte muy cerca, Jesús amado mío, he de hacer lo que tú hiciste y cumplir siempre con mis deberes y obligaciones.
Oración: Señor, pequé, ten misericordia de mí y de todos los pecadores. ¡Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores y angustias de su Santísima Madre. Amén!
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
TERCERA ESTACIÓN
Reflexión: Jesús, la fortaleza divina, enardecida por el amor, te levantó después del tambaleo, el tropiezo y la caída.
Propósito: El contemplar tu primer caída, Señor Jesús, me mueve a pedir perdón por los que no han podido levantarse y a suplicar al Padre celestial fortaleza, y la gracia de no condenar a las almas por sus caídas, porque yo también caigo debido a que soy miseria.
Oración: Señor, pequé, ten misericordia de mí y de todos los pecadores. ¡Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores y angustias de su Santísima Madre. Amén!
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
CUARTA ESTACIÓN
Reflexión: María Santísima salió al camino para encontrar a su Hijo Jesús y estimularle al sacrificio, diciéndole con un gesto silencioso que si necesitaba dos manos más, las suyas estaban vacías y prontas para la tarea de ayudarle a llevar la cruz.
Propósito: Así debo hacer yo también, con ánimo dispuesto, ofrecer mi ayuda, mi tiempo, mi persona, en el tiempo presente
Oración: Señor, pequé, ten misericordia de mí y de todos los pecadores. ¡Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores y angustias de su Santísima Madre. Amén!
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
QUINTA ESTACIÓN
«SIMÓN DE CIRENE AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ»
Reflexión: Antes de llegar al Calvario, el peso que primero se cargó el Cireneo con disgusto, es llevado ya con gozo, pues comprende que la Divina Providencia le ha otorgado el privilegio completamente inmerecido, de poder ayudar a Dios a salvar al mundo.
Propósito: No debo de olvidarme de agradecer a nuestro Padre celestial mi vida de cada día, teniendo presente que todo contacto con la cruz a lo largo del día es transformador. Tú, Señor, deseas mi cooperación.
Oración: Señor, pequé, ten misericordia de mí y de todos los pecadores. ¡Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores y angustias de su Santísima Madre. Amén!
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Reflexión: Deseaba Berenice —conocida como la Verónica— con sus manos llenas de caridad, enjugar la sangre, el sudor y los salivazos del rostro hermosísimo de Cristo, y lo hizo.
Propósito: Yo, si vivo cada día tu viacrucis, Señor, seré tu consolación en oblación amorosa, además, debo consolar con ternura a mis «cristos» dañados moralmente.
Oración: Señor, pequé, ten misericordia de mí y de todos los pecadores. ¡Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores y angustias de su Santísima Madre. Amén!
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Reflexión: Se desploma bajo el doble peso: su cuerpo bajo la cruz cargada de los pecados de comisión de la humanidad, y su alma bajo la cruz más pesada, cargada de los pecados de omisión.
Propósito: Que no se me olvide, al confesarme, acusarme de los pecados de desamor (pecados de omisión) y agradecer contigo a nuestro Padre celestial, que, a pesar de mis fallas, errores, negligencias y demás, me ha llamado a vivir en tu corazón, Jesús Verbo encarnado, vida de mi alma.
Oración: Señor, pequé, ten misericordia de mí y de todos los pecadores. ¡Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores y angustias de su Santísima Madre. Amén!
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
OCTAVA ESTACIÓN
«JESÚS CONFORTA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN»
Reflexión: Se dirige Jesús a las mujeres que lloran y las amonesta a que oren, no por él, sino por sí mismas y sus hijos.
Propósito: Vivir el dolor por los que no han llegado a conocerte como te conozco yo, por los que no se arrepienten de sus pecados, por todos los miembros de tu cuerpo místico que se hallan enfermos y en trance de morir. He de entregarte la ofrenda de lo que haga cada día y aceptar con sencillez las correcciones que me vienen de ti y de los que en tu nombre actúan.
Oración: Señor, pequé, ten misericordia de mí y de todos los pecadores. ¡Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores y angustias de su Santísima Madre. Amén!
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
NOVENA ESTACIÓN
«JESÚS CAE POR TERCERA VEZ»
Reflexión: El «reato» (obligación de expiar la pena correspondiente a un pecado) moral de cada ofensa, desde la primera cometida por Adán y Eva, hasta la última que se cometa al final de los tiempos, le hicieron caer, pero ahí está la reserva del amor que es la que lo reanima a proseguir el camino.
Propósito: «Todo lo puedo en aquel que me conforta», en esta frase del apóstol san Pablo (Flp 4,13), me apoyaré cuando las fuerzas o el desaliento vengan a mí.
Oración: Señor, pequé, ten misericordia de mí y de todos los pecadores. ¡Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores y angustias de su Santísima Madre. Amén!
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
DÉCIMA ESTACIÓN
«JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS»
Reflexión: Una mano codiciosa agarra y arranca la túnica inconsútil del virginal Jesús.
Propósito: Mi condescendencia con la carne es esa mano, me humillo y avergüenzo y pido perdón por ser mi carne «flaca» (impurezas, inmodestias). He de mover mi voluntad para practicar la autodisciplina y control sobre mí mismo.
Oración: Señor, pequé, ten misericordia de mí y de todos los pecadores. ¡Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores y angustias de su Santísima Madre. Amén!
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
DÉCIMA PRIMERA ESTACIÓN
«JESÚS ES CRUCIFICADO»
Reflexión: Mientras sus manos están clavando… él ora sumergido en un silencioso dolor.
Propósito: Me doleré de los pecados que se cometen en el mundo y oraré siempre por todas las faltas, errores, imperfecciones y negligencias para repararlas. Jesús, debo ofrecerme contigo por la salvación de las almas porque tú deseas que coopere contigo para salvación mía, de los míos y del mundo entero.
Oración: Señor, pequé, ten misericordia de mí y de todos los pecadores. ¡Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores y angustias de su Santísima Madre. Amén!
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
DÉCIMA SEGUNDA ESTACIÓN
«JESÚS MUERE EN LA CRUZ»
Reflexión: Por fin descansan los pies cansados del hombre Dios.
Propósito: La Hostia está en lo alto con el ladrón arrepentido y quisiera yo «robar» el cielo asistido por María tu santísima madre y unirme contigo, amado Jesús, para vivir el ofertorio de cada santa misa que se celebre, entregando al Padre misericordioso todo lo que soy y tengo, para expiar y reparar los pecados que se cometen en el mundo entero.
Oración: Señor, pequé, ten misericordia de mí y de todos los pecadores. ¡Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores y angustias de su Santísima Madre. Amén!
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
DÉCIMA TERCERA ESTACIÓN
«EL CUERPO DE CRISTO ES BAJADO DE LA CRUZ»
Reflexión: Dios fue hecho cadáver por obra mía.
Propósito: Que siempre tenga conciencia plena del precio que pagaste por mí, Jesús, verdadero Dios y verdadero Hombre. Quiero ayudarte con mi vida, y tomado de la mano de María tu Madre, para ser tu consuelo en oblación amorosa.
Oración: Señor, pequé, ten misericordia de mí y de todos los pecadores. ¡Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores y angustias de su Santísima Madre. Amén!
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
DÉCIMA CUARTA ESTACIÓN
«EL CUERPO DE JESÚS ES COLOCADO EN EL SEPULCRO»
Reflexión: Todo está consumado… y sin embargo ahora, precisamente, es cuando todo acaba de empezar.
Propósito: Qué tenga conciencia de que con mi bautismo fui sepultado contigo, Señor Jesús, muriendo a fin de resucitar contigo. Quiero hacer todo por ti, contigo y en ti, Jesús verbo encarnado.
Oración: Señor, pequé, ten misericordia de mí y de todos los pecadores. ¡Bendita y alabada sea la pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores y angustias de su Santísima Madre. Amén!
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
*Basado en el viacrucis que mi madre hizo en 1994.