BENDICIÓN DE LA CORONA DE ADVIENTO
Y ORACIÓN PARA CADA SEMANA
HASTA NAVIDAD
“La Tierra, Señor, se alegra en estos días y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor que se avecina como luz esplendorosa, para iluminar a los que están en las tinieblas del egoísmo, del dolor y del pecado.
Llenos de esperanza en su venida hemos preparado con gran cariño esta corona, la hemos hecho, en lo posible, con elementos naturales, para que nos acompañe en nuestra parroquia (familia, grupo, clase, colegio) en este tiempo de preparación para la venida de tu Hijo en Navidad.
Te damos gracias, Señor, por enviarnos a tu Hijo a salvarnos y te pedimos ayuda para preparar nuestro corazón a la venida de Cristo. Amén.Te pedimos Señor que al ir encendiendo cada semana estas velas nos ilumines a todos nosotros con ese esplendor de aquel que, por su luz del mundo, iluminará todas las oscuridades. Él que vive y reina por los siglos de los siglos”. Amén.
ORACIÓN PARA ENCENDER LA PRIMERA VELA DE LA CORONA:
Primer domingo de adviento.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Adán y Eva se dejaron engañar por el demonio al pensar que podían saber más que Dios y hacer lo que Él había prohibido. Así comenzó el desarrollo del pecado en el mundo y todo se volvió obscuridad para el hombre, pues el pecado nos aleja de Dios. Pero Dios prometió enviarnos a un Salvador. (cf, Gn 3).En esta primera semana del Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con alegría Señor. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen. Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú nos traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera que vence la oscuridad del pecado.
Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir en la noche, al encuentro del amigo que ya viene.
Se enciende la primera vela.
Cada miembro de la familia puede compartir cuáles son sus propósitos para esta semana.
Oración: Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que formamos la familia para tu llegada el día de Navidad. Te lo pedimos, Señor, a Ti que vives y reinas, por los siglos de los siglos. Amén.
CANTO: «CAMINAMOS»
Caminamos hacia el sol, esperando la verdad.
La mentira, la opresión, cuando vengas cesarán.
Llegará con la luz la esperada libertad. (bis)
Construimos hoy la paz, en la lucha y el dolor,
nuestro mundo surge ya, a la espera del Señor.
Llegará con la luz la esperada libertad. (bis)
Te esperamos, Tú vendrás, a librarnos del temor.
La alegría, la amistad, son ya signos de tu amor.
ORACIÓN PARA ENCENDER LA SEGUNDA VELA DE LA CORONA:
Segundo Domingo de Adviento.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En la historia de Noé (cf. Gn 6-9), se ve como el pecado se fue extendiendo en el mundo y los hombres cada vez más se olvidaban de su amor y mandamientos. El arca de Noé nos recuerda el deseo de Dios de salvar a los hombres. El arco iris es el símbolo que nos recuerda el amor de Dios hacia los hombres.
Encendemos, Señor, la segunda vela, que es la vela de la promesa de Navidad, de la promesa de la venida del Salvador.
Se enciende la segunda vela. La primera vela se ha encendido antes de iniciar la celebración.
Cada miembro de la familia puede compartir cuáles son sus propósitos para esta semana.
Oración: Te pedimos que nos ayudes a no alejarnos de Ti por las cosas materiales, las prisas, los regalos. Te pedimos nos ayudes a vivir cerca de Ti estos días y siempre. Te damos gracias Señor por mandarnos a tu Hijo a salvarnos y te pedimos ayuda para preparar nuestro corazón para su venida. Amén.
CANTO: «VEN, VEN SEÑOR NO TARDES».
Ven, ven Señor, no tardes.
Ven, ven que te esperamos.
Ven, ven Señor, no tardes.
Ven pronto Señor.
El mundo muere de frío,
el alma perdió el calor,
los hombres no son hermanos,
el mundo no tiene amor.
Ven, ven Señor, no tardes...
Envuelto en sombría noche,
el mundo sin paz no ve,
buscando va una esperanza,
buscando, Señor, tu fe.
Ven, ven Señor, no tardes...
Al mundo le falta vida,
al mundo le falta luz,
al mundo le falta cielo,
al mundo le faltas Tú.
Ven, ven Señor, no tardes...
ORACIÓN PARA ENCENDER LA TERCERA VELA DE LA CORONA:
Tercer domingo de Adviento
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Moisés (cf. los libros de Éxodo y Deuteronomio) fue escogido por Dios para liberar a su pueblo de la esclavitud en Egipto. Este es un símbolo de la liberación del pecado por la venida de Jesús al mundo. Más adelante, Dios da los diez mandamientos a Moisés en el monte Sinaí, con los que nos muestra el camino para la salvación y se abre una luz en la vida de los hombres.
Encendemos, Señor, la tercera vela, que es la vela que nos recuerda el compromiso que tenemos de cumplir los mandamientos para preparar así la venida del Salvador.
Se enciende la tercera vela. La primera y segunda velas se han encendido antes de iniciar la celebración.
Cada miembro de la familia puede compartir cuáles son sus propósitos para esta semana.
Oración: Te pedimos Señor nos ayudes a cumplir con tus mandamientos para poder acercarnos a Ti durante toda nuestra vida. Te damos gracias Señor por dejarnos un camino a seguir con tus mandamientos y te pedimos nos ayudes a cumplirlos para preparar nuestro corazón a tu venida. Amén.
CANTO: «VEN, SEÑOR DE LA JUSTICIA».
ven, Jesús, nuestra esperanza (bis).
Una voz clama en el yermo
"Preparad los caminos a Dios”
Su Verbo proclama Su Gloria
y aquellos que creen la verán.
Ven, Señor de la justicia...
El Espíritu está sobre Ti, Jesús
la Buena Nueva a los pobres traes
la libertad al cautivo,
la luz a los ciegos das.
Ven, Señor de la justicia...
Por nuestra desobediencia
entró el dolor en el mundo;
mas Tú, cargando con ella,
rescatas a la humanidad
Ven, Señor de la justicia...
Bendito seas, Dios de Israel,
porque eres fiel a Tu alianza
y has liberado a Tu pueblo
de toda injusticia y temor.
ORACIÓN PARA ENCENDER LA CUARTA VELA DE LA CORONA:
Cuarto domingo de Adviento
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Con el mensaje que el Arcángel Gabriel lleva a María (Lc 1, 26-38), se hace realidad la promesa de salvación a los hombres. Gracias al "sí" de la Virgen María, se pudieron llevar a cabo los planes de Dios para el mundo.
Encendemos, Señor, la cuarta vela, que representa la llegada de Cristo a los corazones que lo anhelan recibir como María y José.
Se enciende la cuarta vela. Las demás velas se han encendido antes de iniciar la celebración.
Cada miembro de la familia puede compartir cuáles son sus propósitos para esta semana.
Oración: Señor, te pedimos nos ayudes a estar siempre dispuestos a dar un "sí" como el que dio tu Madre Santísima, un "sí" a lo que nos vayas pidiendo en la vida y a lo que nos pidas en nuestras personas. Te damos gracias, Señor, por haber enviado a tu Hijo a salvarnos y por darnos una Madre en el Cielo. Amén.
LA VIRGEN SUEÑA CAMINOS,
ESTÁ A LA ESPERA,
LA VIRGEN SABE QUE EL NIÑO
ESTÁ MUY CERCA.
DE NAZARETH A BELÉN
HAY UNA SENDA,
POR ELLA VAN LOS QUE CREEN
EN LAS PROMESAS.
LOS QUE SOÑAIS Y ESPERAIS
LA BUENA NUEVA,
ABRID LAS PUERTAS AL NIÑO
QUE ESTÁ MUY CERCA.
EL SEÑOR CERCA ESTÁ, ÉL VIENE CON LA PAZ.
EL SEÑOR CERCA ESTÁ, ÉL TRAE LA VERDAD.
EN ESTOS DÍAS DEL AÑO
EL PUEBLO ESPERA
QUE VENGA PRONTO EL MESÍAS
A NUESTRA TIERRA.
EN LA CIUDAD DE BELÉN
LLAMA A LAS PUERTAS
PREGUNTA EN LAS POSADAS
Y NO HAY RESPUESTA.
LOS QUE SOÑAIS Y ESPERAIS....
LA TARDE YA LO SOSPECHA,
ESTÁ ALERTA,
EL SOL LE DICE A LA LUNA
QUE NO SE DUERMA.
A LA CIUDAD DE BELÉN
VENDRÁ LA ESTRELLA,
VENDRÁ CON TODO EL QUE QUIERA
CRUZAR FRONTERAS.
LOS QUE SOÑAIS Y ESPERAIS....
ORACIÓN PARA ENCENDER UN CIRIO Y COLOCARLO EN EL CENTRO DE LA CORONA:
Noche del 24 en la cena de Navidad
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Esta Navidad queremos aprovecharla como un tiempo de gracia, para sentir que Dios quiere habitar en este hogar y nacer en cada uno de nuestros corazones.
Encendemos la Corona de Adviento y una vela blanca: Encendemos las cuatro velas de la Corona de Adviento y una vela blanca que ponemos al centro de la corona, al lado de una imagen de la Virgen o en el pesebre.
Esperábamos la gloria deslumbrante del Señor y tú nos mandaste un tierno niño, en el silencio de la noche. Esperábamos un guerrero y tú nos has enviado un príncipe de la paz. Esperábamos al Dios fuerte y omnipotente, y tú nos has dado un manso cordero. Teníamos mucho miedo y tú nos has dado el amor, la paz y la vida. Esperábamos recibir mucho de ti y tú has superado nuestra capacidad y deseo, tú mismo te nos has dado, todo entero y para siempre
Mientras el Niño Dios pasa de mano en mano, la persona que le toca tenerlo, hace una sencilla petición y todos responden: ¡Hoy nos ha nacido el Mesías, el Señor! Se reza el Padrenuestro, el Avemaría y un Gloria.
Oración: ¡Oh Dios!, que has iluminado esta noche santa con el nacimiento de Cristo, la luz verdadera; concédenos gozar en el cielo del esplendor de su gloria a los que hemos experimentado la claridad de su presencia en la tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
CANTO: «NOCHE DE PAZ».
Noche de paz, noche de amor,
Padre Alfredo.
todo duerme en derredor,
entre los astros que expanden su luz,
brilla anunciando al Niñito Jesús,
brilla la estrella de paz,
brilla la estrella de paz.
Noche de amor, noche de paz,
Jesús nace en un portal,
llena la tierra la paz del Señor,
llena las almas la gracia de Dios.
Porque nació el Redentor,
porque nació el Redentor.
Noche de paz, noche de amor,
todo canta en derredor.
Clara se escucha la voz celestial,
llamando al hombre al pobre portal.
Dios nos ofrece su amor,
Dios nos ofrece su amor.