Sabemos que el pueblo judío celebraba año con año la fiesta de Pascua en recuerdo de la liberación de la esclavitud de Egipto. Esto la hacían en la primera luna llena de primavera, debido a que esta fecha la fijaban en base al año lunar que utilizaban y no al año solar de nuestro calendario moderno. Es por esta razón que cada año la celebración de la Pascua cambia de día, pues se le hace coincidir con el calendario lunar. La noche del Viernes Santo siempre será una noche de luna llena y en la noche de la Solemne Vigilia Pascual, la luna se mostrará resplandeciente.
En la fiesta de la Pascua, los judíos se reunían a comer cordero asado y ensaladas de hierbas amargas, recitar bendiciones y cantar salmos. Esto lo hacían la víspera del 15 de Nisan (el primer mes del calendario judío). Jesús celebró la pascua (la última cena) según esa costumbre judía, o sea, el 14 de Nisan, murió en la cruz el 15 de Nisan y resucitó el domingo siguiente, que ese año fue el 17 de Nisan.
Así como los judíos brindaban por la liberación de la esclavitud. Nosotros, luego de los días de ayuno, limosna y oración, celebramos el paso a una vida nueva. Hemos muerto al pecado y hemos renacido a la vida de la gracia.
El calendario tiene 354 días. Para hacer un ajuste, los judíos insertan un mes a su calendario, por orden del Sanedrín (no por algún método definido). Esto dio lugar a numerosas controversias sobre la fecha para la celebración de la pascua. En los primeros tiempos, los cristianos de origen judío continuaron usando el calendario judío para la pascua: El viernes santo lo celebraban el 15 de Nisan y la pascua de resurrección el 17 de Nisan (fuese o no domingo).
En el resto del imperio romano, sin embargo, se tomó en consideración que Jesús históricamente resucitó el domingo y todos los domingos se celebra a la fiesta de la Resurrección. Por eso se optó por celebrar la Pascua el primer domingo después de la primera luna llena después del equinoccio de primavera. El Primer Concilio de Nicea (325) decretó que la práctica romana debe observarse en toda la Iglesia.
Los ortodoxos celebran la pascua otra fecha porque siguen el calendario Juliano (ortodoxo ruso). La fecha de la fiesta de Pascua católica fluctúa siempre entre el 22 de Marzo y el 25 Abril. En referencia a ella se calculan las otras fiestas movibles del calendario litúrgico.
La fiesta de la Pascua, en la Iglesia Católica, se celebra durante 50 días. Comienza el Domingo de Resurrección y termina en Pentecostés. La cuaresma termina en la tarde del Jueves Santo con la liturgia de la Cena del Señor que da comienzo al Triduo Pascual. El Viernes Santo se hace el “ayuno pascual” que se prolonga, si se quiere —no por obligación, sino por convicción— el sábado santo, preparatorio a la gran celebración pascual . El triduo culmina en la Vigilia Pascual del sábado por la noche.
Los primeros ocho días de la pascua constituyen la octava y se celebran como si fuera una sola solemnidad, es decir, como si fuera un mismo día.
En el día 40 de la Pascua se celebra la ascensión del Señor y los 9 días de la ascensión a Pentecostés son días de intensa preparación para la venida del Espíritu Santo sin que constituyan un tiempo litúrgico diferente. Con la fiesta de Pentecostés culmina la Pascua.
Jesús es el nuevo cordero pascual que nos trae la nueva liberación, del pecado y de la muerte. La Resurrección del Señor nos abre las puertas a la vida eterna, su triunfo sobre la muerte es la victoria definitiva sobre el pecados. Este hecho hace del domingo de Resurrección la celebración más importante de todo el año litúrgico, por eso la celebramos con la Solemne Vigilia Pascual. El misterio pascual es el centro del cristianismo, de la Iglesia, de la acción pastoral y de la vida espiritual cristiana. ¡Gocemos el tiempo de la Pascua celebrando con María la Madre de Dios, que Jesús está vivo!
Alfredo Delgado, M.C.I.U.
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