martes, 16 de junio de 2015

PARA VIVIR NUESTRO BAUTISMO...

1. ¿Qué es el bautismo?

El Bautismo es el sacramento que nos inicia en la vida cristiana. Este sacramento, (que junto con la confirmación y la Primera ComUnión forman los sacramentos de la iniciación cristiana) nos hace Hijos de Dios y miembros de la Iglesia. Cuando los niños nacen, inmediatamente los papás les ponen un nombre, pues saben que es muy importante llamarlos de alguna manera para poderlos registrar y para que sean «alguien», con nombre y apellido, y para que sean, también, ciudadanos del país en que nacieron; lo que hace que estas criaturas del Señor tengan derechos y obligaciones. 

Algo muy parecido sucede con el Bautismo, pero a veces, aún por parte de católicos practicantes, no se le da la importancia que merece y, sobre todo en la época actual, surgen confusiones porque se escuchan diferentes opiniones y se olvida aquello que menciona la Biblia: “El que crea y se bautice se salvará” (Mc. 16, 16). Como todos los creyentes sabemos, todos los seres humanos nacemos con el «pecado original» que cometieron nuestros primeros padres, Adán y Eva. El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que “el santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios”.[1]

Como Dios nos ama mucho, y sabía que mientras estuviésemos en pecado no podríamos vivir en amistad con Él, nos envió a su Hijo Jesucristo, quien se hizo hombre como nosotros para salvarnos y enseñarnos lo que es la vida de amor con Dios. Para ello Cristo murió en la cruz y resucitó. De esa manera venció al pecado e hizo posible que nosotros podamos morir al pecado para nacer de nuevo a la vida de Dios. Todo ello se nos da gracias al sacramento del Bautismo.

Cuando nacemos, llegamos a este mundo «muertos a la vida de Dios» a consecuencia del pecado original, y al recibir el Bautismo nacemos a la vida de Dios, a la vida espiritual. El Bautismo, como todos los otros sacramentos, fue instituido por Cristo. Él le dio el mandato a los apóstoles de «ir y bautizar» a todas las criaturas. Desde el día de Pentecostés, la Iglesia ha celebrado y administrado el Bautismo a todos aquellos que quieren asumir la vida cristiana con un compromiso de seguir a Cristo en su Iglesia.

Por el Bautismo, Dios nos da el «don», el regalo, de ser hijos de Él, dándonos su mismo Espíritu, para que habite en nosotros. A partir de ese momento Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo,la Santísima Trinidad, habitará en el bautizado. “En el santo Bautismo recibimos la filiación divina, la facultad de recibir todas las gracias que le siguen, haciéndonos coherederos con nuestro hermano Jesucristo; por Él abrimos nuestra alma de par en par a la Santísima Trinidad, que en el instante mismo descendió del cielo a tomar posesión de ella, haciéndola su habitación, su templo, su tabernáculo”.[2]

Es conveniente, de cuando en cuando, repasar los conceptos más comunes en torno a la celebración de este sacramento que nos abre las puertas a la vida de la gracia. Vale la pena hacerlo de una manera especial el día en que celebramos el aniversario de nuestro bautismo.

2. Los elementos del sacramento del bautismo

La materia: es el agua natural. “Bautizar significa «sumergir», «introducir dentro del agua».[3] “Desde el origen del mundo, el agua, criatura humilde y admirable, es la fuente de la vida y de la fecundidad”.[4]

La forma: son las palabras que dice el ministro: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo”, las cuales deben pronunciarse al mismo tiempo que corre el agua.

El ministro: normalmente es el sacerdote. En caso de necesidad, es decir, cuando un niño o un adulto se encuentran en peligro de muerte y no es posible que el sacerdote esté presente, lo puede administrar cualquier persona, siempre y cuando tenga la intención de hacerlo y use la materia y la forma correspondiente. Hay que notificar a la parroquia para que quede registrado y, en caso de que viva, pueda completarse la ceremonia del Bautismo con los ritos ilustrativos. Cuando no se sabe si la persona que se va a bautizar está viva o muerta, antes de decir la forma se añaden las siguientes palabras: “Sí estás vivo, yo te bautizo ...”

El sujeto: es toda persona que no haya sido bautizada:

En el caso del Bautismo administrado a los adultos, es necesario que la persona tenga y manifieste la intención de recibir el Bautismo, que tenga fe, y que esté arrepentido de sus pecados. En el caso de los niños, los papás tienen la obligación de bautizar a sus hijos lo antes posible después de su nacimiento. Es derecho de los hijos el recibir de sus padres todos los dones y valores para su desarrollo humano y cristiano, el Bautismo es el don más preciado que tienen los padres, «el don de la vida de gracia». Así como se les registra para que obtengan sus derechos, se les debe hacer hijos de Dios, hacerlos partícipes de la fe de sus padres, que es lo más importante.

3. Requisitos para recibir este sacramento

Requisitos para el Bautismo: Los padres tienen la obligación de hacer que los hijos sean bautizados en las primeras semanas. Cuanto antes, ya sea después del nacimiento e incluso antes de él, deben dirigirse con su párroco para pedir el sacramento para su hijo y prepararse debidamente. (CIC 867). Sólo los papás tienen el derecho de llevarlos a bautizar y se requiere el consentimiento de alguno de los dos para realizar el sacramento. En el caso de los adultos, son ellos mismos los que deben manifestar su deseo de bautizarse y asistir a pláticas de preparación. Es necesario, en el caso tanto de infantes como de adultos, presentar el acta de nacimiento ante el sacerdote o su representante y participar en la dinámica que se establezca (por lo general son las pláticas prebautismales para papás y padrinos) para comprobar que están debidamente preparados para celebrar este sacramento participando viva y activamente.

Los padrinos: son aquellos que presentan en la Iglesia al bautizado, contestan en su nombre y asumen la responsabilidad de la educación cristiana del bautizado si faltan sus padres. Se requiere de un padrino y una madrina en caso de los niños. En el caso de un adulto debe de ser uno solo, que debe de vigilar que el ahijado lleve una vida cristiana después de ser bautizado. Ser padrinos no implica asumir responsabilidades materiales, pero sí, un gran compromiso espiritual.

Requisitos para ser padrinos: Ser bautizado y tener la intención de asumir las responsabilidades, tener uso de razón, haber cumplido 16 años, estar confirmado, haber hecho su Primera Comunión y llevar una vida de fe. Los padrinos han de ser solteros o casados por la Iglesia. Nopueden vivir en unión libre, ya que deben de ser modelos de vida cristiana para los ahijados.
4. Símbolos, ritos y efectos del bautismo

El rito del Bautismo:

El bautismo afecta a toda la persona con un cambio importante debido a la acción de Dios. Este cambios no se percibe materialmente, pero sí sucede. Es algo similar a cuando un ciego, que tenía bien sus ojos exteriormente, recupera la vista. Por fuera no se ve cambio alguno y sin embargo por dentro el cambio es total.

Simbología:

Hay muchos símbolos que se usan en el bautismo para que los hombres podamos imaginarnos con algo que vemos, lo que está sucediendo por dentro y que no podemos ver:

1) Movimiento del atrio a la Iglesia. De ordinario el rito sacramental debe iniciarse en el atrio de la Iglesia y se camina hacia dentro de la misma, significando el paso de la muerte a la vida, del pecado a la gracia, del mundo al cielo.

2) Señal de la cruz. El sacerdote hace la señal de la cruz en la frente y el pecho del bautizado, significando que en sus pensamientos y sentimientos, Jesús vence al demonio.

3) Los exorcismos. En el rito hay una oración de exorcismo y las conocidas «Renuncias a Satanás» antes de la profesión de fe. En voz alta el bautizado, o los padrinos en su lugar, renuncian a Satanás, a sus pompas y a sus obras. El renunciar a las pompas del demonio, significa renunciar al ambiente mundano y materialista que reina en el mundo. El renunciar a las obras del demonio, significa renunciar al pecado.

4) Unción con el óleo. Se prepara al nuevo cristiano con el óleo de los catecúmenos, expresando que está preparado para recibir el don de ser «hijo de Dios», por eso los papás y padrinos, en el caso de tratarse de un infante, deben recibir la debida preparación, ya que es en su fe en la que se bautiza a la criatura. En la antigüedad, como preparación para una lucha, untaban de aceite a los combatientes para que su cuerpo estuviera flexible y escurridizo. En el bautismo se hace la unción con aceite también con este significado, dándole al bautizado un carácter de luchador triunfador contra el demonio, infundiéndole valor en la lucha y seguridad en el éxito.

5) Profesión de fe. El que va a recibir el bautismo ha de proclamar la fe en la que será bautizado. En el caso de ser un infante es la comunidad quien ha de profesar la fe en la que el niño será bautizado. El rezo del Credo, es símbolo del compromiso de fe y de identidad con la Iglesia que adquiere el bautizado.

6) La unción con el Crisma. La unción con el crisma, el cual es bendecido por el obispo el jueves santo tiene un significado de que el nuevo cristiano comparte con Cristo una triple misión como profeta, rey y sacerdote, los cuales eran ungidos antiguamente.

7) La sal. Dentro del rito, en algunos lugares (no es el caso de México), se pone un poco de sal en la lengua del bautizado. Esto es una señal de bienvenida. Simboliza la entrada a la familia de la Iglesia y la bienvenida que se le da al nuevo miembro. Otro significado que tiene la sal, es el gusto por las cosas de Dios que la gracia del Bautismo le dará al bautizado.

8) El agua. Siempre se ha relacionado al agua con la purificación, ya que vemos sus efectos en el baño diario: El agua tiene el poder de limpiar, sanar, purificar. Enla Biblia, el agua tiene dos significados: En algunos casos es devastadora (El Diluvio Universal) y en otros es vivificante (La Creación). En el bautismo, el agua es devastadora para el pecado y vivificante para el espíritu.

9) La vestidura blanca. Es el símbolo de pureza en la que se encuentra el bautizado. Su alma debe conservarse blanca, pura y limpia de toda mancha como esa vestidura.

10) La vela. La vela tiene dos significados: Es Cristo como luz que iluminará la vida del bautizado y es señal de que el bautizado tiene la misión de ser luz del mundo.

11) El rezo del Padre Nuestro. Con esta oración el bautizado manifiesta que se ha convertido en hijo de Dios.

5. Los efectos del Bautismo

El bautismo es un gran regalo que Dios nos ha dejado para ayudarnos a llegar a la salvación eterna. Aunque aparentemente todo sigue igual por fuera, los cambios que el bautismo realiza en nosotros son los siguientes:

1) Nos hace hijos de Dios. Con el bautismo recibimos una vida nueva, la vida de gracia que nos hace participar de la vida divina. Es una filiación real y no una adopción, pues la vida de Dios estará dentro de nosotros.

2) Nos hace miembros de la Iglesia. Al recibir el bautismo, entramos a formar parte de una familia; la familia formada por todos los hijos de Dios, que es la Iglesia. El bautismo nos abre la puerta para poder recibir todos los demás sacramentos.

3) Nos perdona todos los pecados. A diferencia del bautismo de Juan, el bautismo instituido por Jesús sí perdona los pecados del que los recibe, incluyendo al pecado original. Es algo gratuito que no pide reparación alguna.

4) Nos perdona todas las penas merecidas. Al recibir el bautismo se borran definitivamente nuestros pecados y las penas que por ellos merecíamos. Esto significa que si una persona muere acabando de recibir el bautismo, no irá al purgatorio, pues no necesita purificación alguna. La confesión, en cambio, a diferencia del bautismo, solamente borra el pecado, pero no el deber de purificación, que lo podemos cumplir en la tierra con sacrificios, penitencias y buenas obras, o en el purgatorio después de nuestra muerte.

5) Nos infunde las virtudes teologales. En el bautismo, Dios nos hace tres regalos: Son la Fe, la Esperanza y la Caridad. Lasrecibimos como semillas y es deber nuestro el hacerlas crecer para que lleguen a su máximo desarrollo dentro de nosotros.

“Cómo debemos agradecer la gracia inmensa del Bautismo, que nos hizo hijos de Dios sin mérito de nuestra parte, sino que gratuitamente lo recibimos”.[5]

Alfredo Delgado Rangel, M.C.I.U.
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[1] Catecismo de la Iglesia Católica # 1213. Ampliamente se toca en el Catecismo el tema del Bautismo del número 1213 al 1284.
[2] María Inés Teresa Arias, “Estudios, Misericordias Domini”, p. 64, f. 503. La Sierva de Dios María Inés Teresa Arias es la fundadora de los Misioneros de Cristo para la Iglesia Universal”.
[3] Catecismo de la Iglesia Católica # 1214.
[4] Catecismo de la Iglesia Católica # 1218.
[5] María Inés Teresa Arias, “Colectivas”, 7 de mayo 1953, f. 399.